domingo, 3 de septiembre de 2017

Museo del Calzado de las promesas a la nada




                

                            Panorámica del edificio del Museo del calzado de Elda
En los últimos dos años no hay personalidad que visite Elda que no hable de las intenciones de ayudar al Museo del Calzado como exponente de la industria más representativa de la provincia de Alicante. Si repasamos la hemerotecas de los diarios de información provincial y nuestro semanario Valle de Elda, observaremos que a peticiones del presidente del patronato de la Fundación Museo del Calzado y alcalde de Elda todos prometen ayudas inmediatas. Primero fue el presidente del Generalitat, más tarde el Conseller de Economía, después el rector de la Universidad de Alicante  y esta misma semana el Conseller de Educación y Cultura. Pero tenemos que afrontar la realidad y ésta no es otra que las promesas solo duran lo que dura la visita de quienes las prometen.  Nuestro museo que se supone es el "buque insignia" del sector zapatero. Que no recibe ni un solo euro de los empresarios del calzado, ni de las asociaciones que representan  al sector zapatero. Continúa estando en la UVI sin que nadie atienda las desesperadas llamadas de auxilio.
El Museo del Calzado con su presencia en la vida cultural de las ciudades zapateras, representando su pasado y tratando de marcar un camino de futuro basado en las colecciones de otras épocas, las memorias de sus industrias y su esplendoroso pasado, da la impresión de ser una institución que nadie escucha y que casi se le hace un favor al permitírsele hablar de moda, diseño, calidad.....
Llevamos años tratando de introducir en la opinión pública las cualidades del zapato de calidad, potenciando el origen y manteniendo los criterios que avalan ser uno de los sectores exportadores más importantes de España, también de mostrar al mundo el origen y zonificación de los zapatos de calidad en este país. Sin embargo hay que "mendigar" para seguir estando vivos, algo incomprensible que no solo debiera ser el orgullo del sector zapatero en España, sino que a cualquier llamada de financiación, desde la administración autonómica hasta de las empresas de la provincia, debiera ser atendidas con generosidad ya que el prestigio del calzado español no sólo proviene de las industrias, también de quienes hacen eventos permanentes para potenciar  las cualidades de nuestro zapato. Pero la realidad es bien distinta, todos coinciden en reconocer su importancia, pero nadie está dispuesto a poner los medios económicos, a excepción de las partidas aprobadas por el Ayuntamiento de Elda que tras un farragoso proceso de aprobación llegan siempre tarde. Así a la fecha de hoy, al único trabajador que tiene esta Fundación, se le adeudan más de nueve meses de sueldo,  hay una deuda contraída con la Fundación Paurides que data de hace seis años y que sigue estando pendiente de resolución, además de una catalogación en parte perdida y un sistema que la propia Consellería de Cultura lo dejó obsoleto y que es por el que se supone debe guiar la catalogación actual. Mientras.... palabras y más palabras.
Si el Museo del Calzado es una Fundación, deben ser los patronos en su conjunto los que estén dispuestos a  sufragar sus presupuestos o buscar los medios para ello y si alguien opina lo contrario o no desea colaborar, con gran dolor de corazón debe abandonar esta fundación. Si Elda quiere mantener las señas de identidad a través de su Museo del Calzado, debe seguir aportando los medios económicos que su presencia en el patronato le exige y reclamar a los demás patronos las aportaciones que solo pueden ser eximidas a los "patronos honoríficos". Un patronato está, entre otras cosas, para buscar o aportar medios económicos y hacer viable los fines de la Fundación. Mientras esto no se tenga claro, Elda seguirá sufriendo por su museo y este se verá amenazado por las presiones económicas que le impiden desarrollar sus actividades con normalidad.
* Publicado en Valle de Elda, julio 2017 

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