sábado, 28 de julio de 2018

Anécdotas de las primeras mujeres "Mejor Calzada"


                          
Cuando acabamos de celebrar la entrega del premio a la "Mujer Mejor Calzada de España", me fluyen recuerdos de ese mismo acontecimiento en los primeros años de su implantación. Entonces no se rodeaban esos actos de tanta pompa y solemnidad, la sencillez primaba sobre la ostentación, cosa que entiendo ha ganado en popularidad y poder mediático.           
Ana Rosa Quintana fue la primera "Mejor Calzada" y por ser el inicio de estos premios, la ilusión del momento era muy distinta, el nerviosismo por la improvisación en este tipo de actos, la firme voluntad de que la presentadora de televisión se llevase una buena impresión de Elda, esas eran nuestras principales preocupaciones. La premiada del año 2000 cumplió con nuestras expectativas y al final de la noche, en un taxi, mi esposa María Teresa la acompañó hasta el Hotel Meliá en Alicante. Ana Rosa estuvo espléndida y como siempre simpática y atractiva, acababa de publicar su primer libro y explicó algunos pormenores de esta publicación y su repercusión.
                         
Concha Velasco fue una de las actrices favoritas de Luis García Berlanga y acompañó al Museo del Calzado en múltiples eventos, en Elda y en Madrid. Fue una de las que iniciaron, junto con Berlanga y Tessa de Baviera, los jurados de la Mejor Calzada. Hay muchas cosas que contar de la relación de Concha con el Museo, pero quizás la anécdota más simpática fue el día de la llegada a Alicante para recibir el premio a la Mejor Calzada del año 2001. Fuimos al aeropuerto Berlanga y yo, al bajar del avión iba vestida con un discreto vestido y unos zapatos casi planos, Luis al verla exclamó "Concha, ¿cómo vienes vestida así para recibir un premio tan importante?". La trasladamos al hotel de la capital y mientras se preparaba para partir hacia Elda, Berlanga y yo fuimos al Peret para saborear la famosa horchata que tanto gustaba al cineasta. Al regresar al hotel, Concha Velasco lucía un maravillo vestido rojo con unos bellísimos zapatos de tacón de aguja a juego. En el tiempo que estuvimos en la Explanada y dando un corto paseo, la actriz había estado en la tienda del modista Aníbal Laguna para salir perfectamente vestida para la gala que iba a comenzar en el Museo del Calzado.
                        
Anne Igartiburu, cuando recibió el premio a la Mejor Calzada 2002 era conocida por sus programas, pero no tenía la trayectoria que más adelante acumularía esta extraordinaria presentadora de televisión. Anne no desperdició la ocasión para acompañar al Museo del Calzado en cuantas manifestaciones realizamos en Madrid, allí siempre estaba ella, simpática, guapa y muy comunicativa. Paseamos varias veces por las Ferias de Madrid visitando a los expositores de calzado. En el museo de Elda conservamos una imagen muy simpática de Berlanga calzando a Anne unos de aquellos zapatos que significaban un fetiche para Luis.
                       
Carmen Cervera o Tita Cervera, baronesa Thyssen, una extraordinaria mujer que tuvo un bello gesto con el Museo del Calzado. Su presencia entre nosotros fue un auténtico regalo, una persona con su trayectoria, su colección pictórica y el nivel social alcanzado, no era fácil conseguir que viniera para recibir el premio a la Mejor Calzada 2002. Carmen llegó en coche desde Madrid (no le gusta volar si puede evitarlo). Todo el día estuvo muy simpática y con un trato asequible y sencillo con todo el que quiso acercarse a saludarla. A los pocos días recibí una carta personal en la que se ofrecía para lo que considerásemos conveniente con tal de relanzar nuestro Museo del Calzado, me dijo que hablaría con Manolo Blanik para ponernos en contacto y hacer alguna cosa en el museo. A raíz de aquello cruzamos varias llamadas, incluso me desplacé a Madrid para tratar de coordinar algunas cosas que pudiesen beneficiar el prestigio y buen nombre del museo, naturalmente visité su colección del Museo Thyssen. Una iniciativa que jamás olvidaré.

jueves, 26 de julio de 2018

8.- Logos y marcas de calzado eldense: Felipe Peñataro Sanchís y hermano "Vite"; Guillermo Recio; Martí.




Una de las Empresas más prestigiosas de la época, recibiría el título de “Empresa Modelo de la Seguridad Social” y “Medalla de plata en el trabajo a título individual”, y no era para menos, la Empresa Felipe Peñataro Sanchís y Hermano, fundada en el año 1930 y emplazada entre las calles de Padre Manjón, San José y Emilio Rico, ocupando casi toda la manzana; había tenido una trayectoria verdaderamente ejemplar, con 150 trabajadores en plantilla, esta industria que fabricaba calzado para niño y chicarro, bajo el nombre de marca “Vite”. Además de crear una patente avanzada en vulcanizado, realizó una gran labor social: construyó viviendas sociales para los trabajadores menos desfavorecidos, creó un sistema de ahorro por pietaje, impulsó un sistema de incentivos por productividad, realizó un sistema propio de previsión social, la empresa asumía el costo de la cuota obrera por la Seguridad Social, facilitó la obtención del Certificado de Estudios Primarios reduciendo horarios a los trabajadores que carecían de él, entre otras obras asistenciales. Los hermanos Felipe y José Peñataro podrían servir de ejemplo de un empresariado moderno y ambicioso para su época. Esta empresa merece ser recordada por su ejemplaridad, debiendo constar en el cuadro de honor de la historia de las industrias del calzado de nuestra ciudad.

En el primer tercio del siglo XX hubo una fábrica de calzados que creara Carlos Recio y que pasó a llamarse más tarde Guillermo Recio. El calzado de todas clases que fabricaba tenía por marca el nombre de empresa "Guillermo Recio", pero el logo era un elegante cisne en un frondoso estanque. En una época en la que los zapatos se hacían de forma manual, en una gran parte del proceso, esta empresa ya alardeaba de realizar un zapato mecánico, como lo hacía constar junto a la marca. La fábrica estaba situada en la calle Jardines de Elda, la arteria central de la ciudad ya que la carretera de Alicante a Ocaña pasaba por esa vía.


 
En la calle Ramón Gorgé, en la primera manzana de casas desde la plaza Sagasta, hubo una empresa de calzados que tenía por marca "Calzados Martí", esta industria realizaba zapatos de mujer de alta calidad, lo que se llamó "calzado fino de señora", que alternaba con una fabricación de series, es decir, zapato de numeraciones inferiores a los de señora y que podrían corresponder al zapato de colegial, si bien ese tipo de zapatos se decantaba por modelajes de jovencita de alta calidad.
                          

lunes, 16 de julio de 2018

7.- Logos y marcas de calzado eldense: Rafael Sirvent Cantó "Tudi"; Calzados Pilar; Calzados Dévora.




Rafael Sirvent Cantó fue un industrial de éxito que fabricó zapatos de mujer de alta moda y fantasía y que exportó a todo el mundo el buen nombre de Elda y su forma de hacer el calzado de mujer de alta gama. La marca Tudi era sinónimo de alta costura para los pies o "alto estilo femenino", como la empresa anunciaba.
Esta fábrica tuvo diversos emplazamientos dentro del casco urbano de Elda, hasta ocupar una nave industrial en la actual Avenida del Mediterráneo (antigua carretera de Alicante) donde más tarde se instalaría, reformaría y ampliaría el espacio otra firma de prestigio que todavía hoy perdura para orgullo de los eldenses, Paco Herrero.
Rafael Sirvent fue un enamorado de su ciudad, de su industria, y luchó prácticamente hasta su fallecimiento por la unidad del sector zapatero en la ciudad y la consecución de grandes logros para Elda.

Calzados Pilar S.A. fue una fábrica de calzado muy activa en los años 70, sus zapatos se vendían a todo el mundo bajo el logotipo de una graciosa chinita con la típica sombrilla y portando entre sus manos una caja que supuestamente contenía un zapato de alta calidad fabricado en Elda. Esta empresa ubicada en la calle Joaquín Coronel tenía varios socios, entre los que se encontraban los eldenses Sócrates y Gerardo de la Encarnación.

En la Elda de plena expansión comercial, de final de los años 60 y la década de los años 70, la empresa Dévora S. L. situada en la antigua calle General Monasterio, 2, actual Pablo Iglesias, fue una de las elegidas entre el público español y americano para calzar especialmente sus elegantes botas de mujer, además de un cuidadísimo zapato de alta gama también para señora. Los socios de esta prestigiosa fábrica eran los hermanos Pepe y Pascual Cerdá. La entrañable amistad que tuve con estas personas me permitían disfrutar de las periódicas visitas que hice a la fábrica para comprobar la alta calidad de su proceso de fabricación y los diferentes modelajes que en fotografías y en muestras acabadas conservaban de cada temporada.

viernes, 6 de julio de 2018

6.- Logos y marcas de calzado eldense: Rivas, Creaciones Marga, Chapín y Rey Casadei



La fábrica de Gomez Rivas estaba formada por unas naves industriales entre las calles General Varela (actualmente Antonino Vera) y José María Pemán, donde tenía su fachada más larga y la puerta principal, con más de 1.800 m2 de superficie construida. Llegó a alcanzar una plantilla de casi 100 trabajadores. La marca de fábrica fue "Rivas". Su propietario, Juan Gómez Rivas, fue una persona muy popular en Elda, ocupando varios cargos en la vida sindical del sector y la actividad política de la ciudad.
Antonio Martínez García fue un empresario surgido al abrigo de la pujanza de Elda con motivo de la puesta en marcha de las Ferias del Calzado. Tenía su fábrica en la avenida de Chapí y realizaba un tipo de calzado de mujer bajo las marcas "Creaciones Marga" y "Chapín", siempre con el nombre de Elda como origen de sus creaciones. El zapato fabricado fue muy exigente para mujeres que usaban este tipo de calzado de gama alta.
Una de las primeras fábricas que se construyeron e instalaron en el polígono industrial Campo Alto, fue la Cooperativa Obrera "Calzados Rey". Fue un ejemplo de colectividad de trabajadores que funcionó muy bien bajo la dirección de Antonio Díaz. El Zapato bajo la marca "Rey Casadei" fue una de las fabricaciones más exclusivas de los años 80, los diseños y la calidad del zapato de mujer de alta gama sobresalían por encima de la media de los zapatos fabricados en Elda.

miércoles, 4 de julio de 2018

El Pleno Municipal aprueba ampliar el polígono Industrial Campo Alto para que empresas grandes puedan ubicase en Elda


La semana pasada se aprobó ese acuerdo entre todos los grupos políticos del Ayuntamiento de Elda, a propuesta del partido político Ciudadanos, para ampliar el polígono industrial Campo Alto y de esta forma tener suelo disponible para grandes empresas que pudieran ubicarse en el término municipal.  Estos planteamientos son muy válidos pero me temo que no son en absoluto efectivos si no van acompañados de algo más. Por otra parte, cabe recordar que en poblaciones con ubicaciones idóneas, hay polígonos industriales con ocupaciones de suelo al 10%, como es el caso de Monforte del Cid sin ir más lejos.  
Lo verdaderamente difícil es la diversificación industrial que todos los pueblos con industrias mayoritariamente de un tipo determinado, pretenden para evitar los problemas que conlleva depender de una sola actividad industrial, como es el caso de Elda.
La iniciativa privada es incapaz de poder aportar una diversificación sensible que haga aumentar los puestos de trabajo en industrias o servicios alternativos.
La sola disponibilidad de más suelo industrial no sirve para casi nada si no va acompañada de una voluntad política de calado que propicie esa diversificación que tanto anhelamos los eldenses.
Voy a referirme a un ejemplo muy claro: En el año 1985 el gobierno socialista cerró los Altos Hornos de Sagunto y esa medida dejó en la calle a más de tres mil trabajadores y el efecto inducido afectó a sus familias y otras empresas de componentes y auxiliares. El impacto pudo llegar a las diez mil personas. Con un claro compromiso con esa zona, que había quedado en la más absoluta depresión y con pocas posibilidades de futuro, el mismo gobierno que las cerró propuso una serie de medidas para crear empleo en las zonas adyacentes y recuperar parte o todo el empleo perdido.
Las Consellerías de Economía y Hacienda se pusieron manos a la obra y a todas las inversiones procedentes de cualquier provincia española o del extranjero, que quisiera instalarse en el "arco mediterráneo", se le invitaba a hacerlo en los polígonos de Puzol y otras poblaciones castellonenses. En poco tiempo no solo se había recuperado el empleo sino que se había superado la tasa de empleo en la zona.
Elda atraviesa un momento muy delicado, además de la disminución de la renta per cápita, los indicadores (en bruto) de los índices de paro en la población la sitúan a la cola de cualquier ciudad medianamente importante (y no solo las de más de 50.000 habitantes), rondamos el 26% de tasa de paro, con las correcciones que pudieran corresponder al empleo sumergido que existe en casi todas las poblaciones. El problema de Elda ya no es cuestión de pensar en poner parches o lanzar "brindis al sol". Elda ha pisado todas las líneas rojas que se podían atravesar en cuestión de desarrollo y sostenibilidad. Lo que necesita Elda es una urgente y rápida intervención que no está ya en manos del empresariado, ni siquiera de los sindicatos.
En unos momentos como los actuales en los que el empresariado agrupado en Elda no existe, por carecer de agrupaciones con representatividad local o comarcal, donde las decisiones en materia empresarial del calzado se toman en una asociación que es el sustitutivo de aquellas organizaciones que había antaño y que, ubicada en Elche, con políticas encaminadas al robustecimiento de los tejidos empresariales, en los que Elda apenas tiene representatividad  frente al gigante ilicitano, y  donde se necesita una política diseñada expresamente para las comarcas del Medio y Alto Vinalopó. Lo único que cabe es forzar a la Generalitat a potenciar una política activa en favor de nuestra ciudad y capitanearla desde el municipio, ya que el empresariado eldense agrupado carece de voz.                           
La búsqueda del mantenimiento del empleo en Elda y comarca pasa por mantener igualmente su prestigio como ciudad zapatera de ese zapato de calidad media alta, que tantos reconocimientos recibe todavía en gran parte de Europa.
Es prioritario que las Consellerías de la Generalitat Valenciana asuman nuestro problema y decidan ayudarnos en nuestra diversificación y para ello deben considerar como preferentes los polígonos industriales de esta ciudad (ya que un inversor de fuera de la comunidad valora exactamente igual las zonas de Castellón, Valencia o Alicante y, dentro de ellas, no distingue Elda de otras ciudades y si lo hiciese sería por la posibilidad de encontrar mano de obra especializada).
Es  urgente vincular a las grandes marcas comarcales de fabricación de calzados con la Universidad para realizar la deseada Cátedra de Calzado (como Elche tiene desde hace años) para potenciar acciones encaminadas a la dignificación y prestigio de nuestra economía zapatera.
Debe crearse la marca "Zapatos de Elda" en manos del Ayuntamiento de la ciudad y con el respaldo de las principales industrias de la población. Nadie podrá poner en sus cajas de zapatos, en sus logos o en sus escritos, la marca de origen "Zapatos de Elda" y con ello podría crearse un ambicioso programa que podría incluso colaborar en la erradicación de la economía sumergida en el sector zapatero, por medio de mil ideas escritas y preparadas para que las empresas que decidan aplicar la marca de origen, cumplan con determinadas condiciones.
Debemos  sellar un firme compromiso para lanzar las tendencias de cada año (dos veces por temporada) de los zapatos de mujer de alta gama. Eso es lo que significa la frase "Por una Feria Zapatera Eldense".

4.- Logos y marcas de fábricas de calzado eldenses: Florencio Sánchez; Camilo Payá; José Salvador; Industria Española del Calzado y Trinidad Vera



Un castillo entre dos ramas de laurel rematadas por una estrella de seis puntas, era la marca registrada de la fábrica de calzados de señora de Florencio Sánchez Valero, un industrial que fabricó zapatos en Elda antes de la Guerra Civil. La fábrica estaba ubicada en la calle Maestro Rafael Ayala y no tenemos constancia de que tras la contienda volviese a fabricar con la misma marca.

Con el nombre de marca "La Maravilla" fabricó zapatos de señora Camilo Payá Bordera, hasta la Guerra Civil. El logo lo representaba una flor, al parecer de petunia, con las iniciales M.R..

Otra antigua fábrica de calzados que fabricó bajo el nombre de marca "La Pajarita" fue la de José Salvador, también anterior a la contienda española.

La prestigiosa Industria Española del Calzado "Yecsa" realizó fabricaciones de todos los tipos y fue una de las industrias que exportaba zapatos en la mitad de la década del siglo XX, anterior a la contienda civil española.

Trinidad Vera, fabricaba zapatos de señora de alta gama con un logotipo que representaba un espléndido faisán sobre una rama y en un paisaje de fondo idílico, naturalmente el nombre de la marca era "El Faisán".

domingo, 1 de julio de 2018

El primer Gremio de Fabricantes de Calzado de Elda

Recreación de la gran fábrica de calzados de Rafael Romero Utrilles.
En el año 1902 la población de Elda contaba con un nutrido grupo de fábricas de calzado y algunas industrias auxiliares de fabricación de hormas, tacones, cajas de cartón y curtidos, entre otras. Ese mismo año se daba a conocer las medallas conseguidas por la firma Rafael Romero Utrilles en las Ferias de Muestras Internacionales celebradas ese mismo año en París y Londres, de esta forma se acuñaba el dicho popular "Elda, París y Londres" que nos ha acompañado desde entonces y que probablemente estaba referido a aquel imborrable acontecimiento histórico, a esos méritos contraídos por una de las fábricas de calzado de la ciudad y como frase descriptiva de la pujanza y de la fuerza de las personas que hacían posible el desarrollo económico que vivía nuestro pueblo zapatero desde entonces, y que estaba dejando atrás la penuria de la agricultura del valle, arruinada por la salinización de las aguas del río Vinalopó, como consecuencia de la desecación de la gran laguna existente, medio siglo antes, en la vecina población de Villena.
La actividad zapatera en Elda era ejemplo y guía para otros pueblos de nuestro entorno y ya se perfilaba la potencia industrial que llegaría a ser en lo que a la industria de calzado se refiere.
Portada del semanario "El Heraldo Industrial".
El semanario El Heraldo Industrial de 15 de octubre de 1902, publicado en Madrid y en el que se recogían las crónicas más importantes de diferentes sectores industriales del país, dedica un apartado a la creación del "Gremio de Fabricantes de Calzado de España", como una iniciativa llevada a cabo por los representantes de curtidos de la ciudad de Elda, aunque también habría algún empresario zapatero entre los que idearon ese grupo, y tras un llamamiento a los industriales zapateros de la época, a los que se les convocó el 7 de octubre de ese año 1902, "para que se constituyesen en asociación gremial en defensa de sus intereses".
Como era de esperar acudieron casi la totalidad de los fabricantes de calzados más importantes, entre los que se encontraban: el nombrado Rafael Romero Utrilles, José Tobar (fabricante alpargatero ilicitano que instaló una gran fábrica de calzados en Elda), José Joaquín Amat, José Martínez Sánchez, Luís Amat, Teófilo Romero (de la firma García y Romero), Bonifacio Hernández, Joaquín González, Bonifacio Pérez, Vicente Maestre, Aniceto Amat, Mariano Sempere, Pedro Ortiz  y Ventura Vera (el fundador y presidente de la fábrica de los Vera), entre muchos otros. Ese sería el primer paso serio para lo que muchos años después se convertiría en Asociación o Agrupación de Fabricantes, primero con carácter local, después provincial y más tarde nacional. La convocatoria estuvo firmada por  José Payá Vidal, que era un representante de firmas de curtidos. En aquella reunión se habló de la necesidad de crear ese "gremio", como se le llamó en principio, a lo que todos los presentes dieron su aprobación unánime.
Han pasado casi ciento veinte años de aquel primer intento de colectividad empresarial. Desde entonces han ocurrido muchas cosas, unas muy esperanzadoras. Los gestos, los esfuerzos y sacrificios de aquellos "luchadores", fueron retomados por otros, sesenta años después, y fruto de ello aparecieron las Ferias del Calzado en España.
No dudo que cada sector habrá tenido sus momentos, sus sacrificios y sus logros, pero lo que no debemos olvidar es que no hubo nada en el sector zapatero comparable con las aportaciones que a lo largo de la historia han realizado los eldenses.

5.- Logos y marcas: Rodolfo Guarinos ("Bondad"); Antonio Martínez Pérez("A.M.P."); Guillermo Ortuño Esteban("La Gata") y Luís Bel Garrigós("Lube")


 
La gran fábrica de Rodolfo Guarinos Vera data desde 1902, si bien años antes comenzaría una más modesta fábrica a nombre del padre y fundador Juan José Guarinos Vidal. Estaba construida en el final de la actual calle Purísima, en la zona conocida como "Portal del Ángel" con fachada a la calle Gonzalo Sempere.
 
 Tenía una superficie superior a los 4.000 m2, formando un complejo en el que había hasta 12 naves industriales que albergaban las diferentes secciones; también una serie de edificaciones menores. Fabricaba zapatos de todas las clases, con producciones que superarían los 1000 pares diarios de calzado, ocupando a más de 800 personas en algunas épocas del año. La marca de fábrica que más fama cosechó era "Bondad".
 
En la calle Legionarios se instaló una pequeña fábrica de calzados a nombre de Avelino Martínez Pérez, fabricaba una corta producción de zapatos de mujer y tenía como logotipo las iniciales de su nombre "A.M.P." dentro de un ovoide punteado.
 
Hasta los primeros años en que se crearon en Elda las Ferias Internacionales de Calzado, hubo una marca de fábrica llamada "La Gata" con un logotipo que dibujaba una gata negra sobre unos tejados a la luz de una luna creciente, su eslogan rezaba: "suave como la gata", para dar una idea de la calidad y finura de sus pieles con los que Guillermo Ortuño Esteban  fabricaba zapatos de mujer.
 
Luís Bel Garrigós fue el fundador de una saga de fabricantes de calzado que todavía tienen continuidad Elda de la mano de alguno de sus nietos.  La empresa inició su andadura en el año 1930 con un primer taller que empleaba a 8 personas, en la calle Dos de Mayo, casi enfrente de la fábrica de Hormas Micó; allí llegaría a fabricar alrededor de 100 pares al día de zapato de chicarro y los vendía en los pueblosc ercanos. El taller vendía cada día más pares de zapatos y llegó a incrementar su plantilla hasta los 14 operarios y ampliar la casa taller hasta los 120 m2, para alcanzar los 400 pares al día de un zapato de niño al que incorporó una patente de invención, se trataba de un tipo de calzado con una especie de plantilla ortopédica, esto hizo que sus ventas se disparasen.  Fabricó calzado vulcanizado con la marca "Lube", en uno de los logotipos había un niño que sostenía un cartel con el nombre de la marca y otro logo eran un dragón bicéfalo sosteniendo un zapato y la leyenda "Vulcanizados Lube". Pasado un tiempo alternaba los zapatos de niño con los de mujer de calidad media y con este tipo de fabricados fue superando la calidad hasta un zapato de mujer de gama alta.