lunes, 15 de julio de 2019

El Museo del Calzado da nombre y prestigio internacional a Elda

El pasado 12 de julio, en el semanario Valle de Elda apareció un trabajo de la periodista Marta Ortega, con el inquietante titular "Proyectan unir los museos de Elda en un mismo edificio".

https://www.valledeelda.com/noticias/13593-mus19.html?fbclid=IwAR0yDR05tCGYQkEV3Q66lxgcNYvt5IC6DEx8ETXcUes29oDmMS9z-wXWico

Lo preocupante no es sólo que se diga o se piense, lo peor es que los directores de los museos implicados: Etnográfico y Arqueológico, consientan con esta idea que, a mi entender, es regresiva para la cultura museística local y destructiva para el Museo del Calzado. Esta es la primera respuesta que hice pública en la red:


"Sería un nuevo error a añadir a los muchos que se han cometido con la ciudad de Elda. Precisamente por la importancia del Museo Arqueológico municipal que es merecedor de un espacio propio en consonancia con la historia y los fondos que custodia, un nuevo edificio quizás a los pies del yacimiento arqueológico de Monastil que permita una nueva oferta cultural dentro del entorno en el que se sitúa su principal fuente. Con respecto al Museo Etnológico, que debate su supervivencia en momentos inciertos, el edificio modernista de la calle Colon esquina a calle nueva, la casa de Barata, sería el lugar idóneo también enmarcado en un entorno digno de esos fondos que posee.
¿Acaso Elda no se merece tener unos edificios que alberguen esos museos que hoy parecen buscar los espacios del Museo del Calzado?.
No conozco en ninguna ciudad de nuestro entorno y mucho menos, las de mayor importancia, que se unifiquen tres museos en un mismo edificio. Los museos deben integrarse en espacios que les sean afines a sus fondos y buscando que los visitantes recorran la ciudad o su término interesándose por esos centros culturales, pero lo más interesante, y por tanto preocupante, es que se minimizaría el propio Museo del Calzado, impidiendo su desarrollo actual y futuro.
El actual museo del calzado no cuenta con almacenes suficientes, ni espacios expositivos para exposiciones temporales, ni talleres de mantenimiento. El museo del calzado se vería impedido para poder ampliar sus fondos de exposición a otros complementos como marroquinería, incluso con un nuevo proyecto museográfico.
Por encima de todos los argumentos anteriores prima el más importante, y no es otro que el desarrollo del principal museo de la industria del calzado, que hoy se identifica claramente en el edificio que se construyó a ese solo efecto, y cuya mayor pujanza y desarrollo proclama la singularidad de una ciudad que vive gracias a su industria.
Con los respetos que me merecen los otros museos de la ciudad, constreñir el edificio actual, sin posibilitar la ampliación del calzado que lo pide a gritos, sería algo de lo que nos arrepentiríamos en un futuro inmediato. Todo ello sin valorar lo larguísimas y tediosas que resultarían las posibles visitas.
Elda debe ampliar su patrimonio cultural, nunca reducir sus espacios o imposibilitar las necesarias ampliaciones. ¿ Se consentiría esto mismo en el Marq de Alicante con los posibles espacios que podrían albergar museos como Aseguradora y otros? ¿Lo permitirían los cinco Museos que existen en Alcoy o los nueve de Elche?, por citar algunas ciudades de nuestra provincia
Elda tiene una pobrísima oferta museistica, no la ninguneemos más".

Hubo una cierta polémica y en general la opinión más compartida fue que este "globo sonda" era un disparate. Recogemos algunas de las respuestas de algunos personajes de la cultura:

Gabriel Segura Herrero Al tema en cuestión, totalmente de acuerdo José María Amat Amer, el Museo del Calzado tiene la entidad, trayectoria y envergadura museística nacional e internacional para que sea un disparete o un dislate mayúsculo su integración en otra entidad museística de carácter totalmente localista, como sería ese futuro Museo de Elda. Institución necesaria a todas luces en nuestra ciudad.

Jose María Amat Amer No deja de ser preocupante que una noticia o un titular que pueda buscar alarmismo o crear polémica, reciba el eco de personas influyentes en la política local, incluso sea celebrada por personas involucradas en la gestión de los museos implicados con el natural rechazo de la directora del del calzado. Esa preocupación se acrecienta por la perspectiva, a medio o largo plazo, de que el Museo del Calzado sea minimizado o metido dentro de un saco cultural en el que languidezca o incluso pueda llegar a la irrelevancia. Hoy algunos estamos todavía aquí para enfrentarnos, con la carga de la razón, a los dirigentes o personas influyentes que no ven en este museo del calzado, la seña inconfundible de nuestra identidad y la posibilidad de que Elda se mantenga en el prestigio internacional no solo por su industria de calzados. Esa preocupación se constata con la poca ayuda económica que recibe de las propias instituciones del sector zapatero, la inexplicable colaboración de la industria del calzado. 
No se en que hemos podido fallar, no entiendo el porqué un museo de la relevancia del que tenemos en nuestra ciudad, no es soportado generosamente por la industria a la que beneficia. Si un día el pueblo no pone freno a cualquier disparatada idea que, como ocurrencia o proyecto interesado, pueda surgir de quienes nos gobiernen y actualmente mantienen mínimamente este museo, lo perderemos u otros pueblos, con mejor visión de futuro, crearán lo mismo pero con mayor proyección y pujanza. Una historia similar ya pasó con FICIA. 
Gracias a todos los que aportáis apoyo y entusiasmo, pero me temo que no bastará, seguiremos viviendo con esta inseguridad por el museo del calzado. Mi lucha y la de muchas personas será un posible freno a los dislates, pero desgraciadamente no estaremos siempre para oponernos a este y otros casos similares. Sólo la perseverancia de los eldenses podrán mantener este museo en el tiempo.....lo otro prefiero no vivir para verlo.

Camilo Valor Gomez Otra idea más para ir dejando a nuestra ciudad fuera de juego. Quien sigue planteando ideas negativas? Habría que cambiar muchas mentes. Elda, nuestra querida Elda, cada vez .... No quiero decir nada

Jose Manuel Guardia Villar Gabriel Segura Herrero, estoy totalmente de acuerdo contigo. Hay muchas cosas por organizar y habrá que hacerlas poco a poco, una detrás de otra.
En Elda hay un grave déficit cultural, no todo consiste en reunir los museos. Hay mucha más tela que cortar.

Gabriel Segura Herrero Esta noticia también tiene su parte positiva, veamosla.... Por fin, ha emergido a la luz pública la imperiosa necesidad de afrontar el problema museístico de Elda. Sin organización, sin planificación, sin interés por parte de los máximos responsables ... no se toman decisiones de calado que permitan revertir la caótica situación y poner al servicio de la ciudadanía y de la comunidad educativa ese futuro Museo de Elda (Arqueológico+Museo Etnológico Elda), de marcado carácter local, pero con un papel fundamental para el "ser eldense" ni al respecto de solucionar los graves problemas estructurales que tiene el Museo del Calzado, de cuya solución depende que los problemas coyunturales puedan ser solucionados y que permitan que el Museo del Calzado se convierta en un escaparate nacional e internacional, ya no de Elda, sino de todo el calzado de España.


jueves, 11 de julio de 2019

El día que Elda dejó de ser "Ciudad Ferial"


Al final de la década de los 80  los diferentes órganos de gobierno: FICEFICIACámara de Comercio de Alicante  y Ayuntamiento de Elda  habían propiciado un clima de enfrentamiento que hacían ya irrecuperable el diálogo.  El alcalde de Elda dejó muy claro que el "futuro de la Feria pasaba por una reunión conjunta de todas las partes en la Diputación".  Por lo tanto todas las miradas y todas las preocupaciones se centraban en esa reunión anunciada.
Tras analizar los acontecimientos ocurridos en aquellos nefastos días, los cruces de acusaciones, y el estado de crispación existente, todos tenían cierto respeto y nerviosismo por  la postura que podía adoptar Elda, es decir, si la ciudad zapatera "creaba problemas" , la cosa se podría complicar.
El 2 de mayo de 1989 se celebró la esperada reunión en la Cámara de Comercio, con su presidente al  frente,  y a la que acudieron, entre otros,  el alcalde de Elda, el presidente de IFA, el director de esa misma institución,  y también el presidente de la Diputación. En ella se acordó por unanimidad (sin ninguna oposición de los representantes de nuestra ciudad),  que todas las ferias que organizaba IFA,  se trasladarían a un nuevo  pabellón ferial a construir y solamente quedaría en Elda las que concernían al calzado.  Naturalmente esto era una  muerte anunciada, cualquier observador podría adivinar que era imposible mantener unas ferias en Elda con un nuevo pabellón ferial en otro lugar, sin embargo  "la manzana fue mordida", y ese mismo día, a bombo y platillo, se hizo público el acuerdo.
Me faltó tiempo para escribir en nuestro semanario Valle de Elda,  y en el diario INFORMACIÓN de Alicante, un artículo que se titulaba ¡Digamos NO!, que en una  sola frase de dicho escrito se adivina el contenido ......"que el hecho trascendente de desplazar el recinto ferial, aún siendo bueno para toda la provincia de Alicante, es malo para el futuro de Elda y su economía y por ello hay que defender lo que ahora tenemos", ni que decir tiene que aquel escrito no tuvo respuesta por nadie, la opinión pública eldense se abstuvo de comentar y me quedé absolutamente sólo en esta reclamación. Más adelante, y tras dos años más de tiras y aflojas, surgirían aquellas célebres manifestaciones ante FICIA, encadenamientos por promesas incumplidas, pero para entonces aquellos gestos ya llegaban muy tarde.
Al releer hoy aquel ¡DIGAMOS NO!  podemos comprender mejor la historia de aquellos errores.
Valle de Elda nº 1670. 12-V-1989
Diario Información 13 de mayo de 1989

Comentarios

+1#1 José Esteve10-07-2019 22:16
Efectivamente un momento crucial para el devenir del desarrollo de Elda fue el que se comenta en este articulo. Toda la sociedad eldense, desde autoridades hasta el más humilde trabajador no se implicaron todo lo necesario que requería la grave situación que ya se vaticinaba, la Feria del Calzado saldría de Elda y con ello se esfumaba todo el esfuerzo realizado desde que se realizó la primera Feria. Toda la población con sus autoridades al frente deberían haber salido en manifestaciones continuas reivindicando su derecho a ser sede de la Feria. El pago ante tanta dejadez ha sido evidente y el progreso de Elda no ha sido el que merecía.

domingo, 7 de julio de 2019

¿Sabías qué?.. En el año 1994 el Museo del Calzado creó los Premios Nacionales de Calzado Artesano


                   Los zapateros premiados de aquel I Concurso Nacional de Calzado Artesano

En el año 1994, en el Museo del Calzado se creó un Premio Nacional para Zapateros,  se confeccionaron y publicaron las bases del  que iba a ser el Primer Concurso Nacional de Calzado Artesano y dicha publicación llegó a casi todos los rincones del país por medio de revistas especializadas, tratando de llegar especialmente a los profesionales de la zapatería manual o a medida.  En esas bases se limitaba a un máximo de dos obras  ( dos pares de zapatos hechos enteramente a mano) y se establecieron los siguientes premios:  Un primer premio de 75.000. - ptas. y placa. Un segundo  de 50.000. - ptas. y placa.  Un  tercero de 25.000. - ptas. y placa. También un premio de 25.000. - ptas. y placa al mejor trabajo en  aparado.
La respuesta fue casi inmediata, desde Andalucía hasta Madrid y Palencia, solicitaron la participación, y ese fue el principio de una amistad y colaboración del Museo con los artesanos de España. La labor de divulgación de una revista de la época destinada a los reparadores y zapateros de calzado a medida, que se llamada "El Reparador", así como la "Asociación de Zapateros a Medida y de Reparación" de la Comunidad Valenciana, dirigida por una de las personas con las que mantenemos una buena amistad, Rafael Prieto, fueron las claves para la participación.
El día 11 de Noviembre, en la Casa de Cultura de Elda, se inauguraría la II Semana de la Artesanía y con ella se fallaba el I Concurso Nacional de Zapato Artesano, recayendo el primero premio en el zapatero palentino Pedro Lozano; el segundo premio fue para Isabelino de Diego de Almería y el tercero para Manuel Reina de Madrid. El premio especial de aparado recayó en un zapatero de Elda, Jesús González Galocha.  También un accésit a un zapatero de Madrid, Antonio Alonso. A cada uno de los premiados se les entregó una escultura moldeada en barro que representaba a un zapatero de silla y que fue obra del joven escultor eldense Francisco José Maestre Pérez, el mismo que once años más tarde esculpiría la escultura "La Familia Zapatera" que se encuentra a las puertas del Museo del Calzado.

Sabias que....? . Elda concedió los premios Cambrillón de Oro en 1959.

  Benjamín Belmonte contemplando el zapato que obtuvo el cambrillón de oro y el zapato ganador .

Fue un año de esperanza e ilusión, Elda estaba a las puertas de su historia reciente. En el certamen exposición del año 1959 se falló uno de los premios más celebrados  por el resultado de los zapatos ganadores: por una parte, un zapato fabricado por la empresa Santos González que consistía en un salón hecho en ante negro, con piedras de circonita en la pala formando un dibujo.  El otro ganador sería un zapato  hecho en tafilete de color rosa,  fabricado en una sola pieza y con la dificultad añadida de que todo el modelo presentaba una serie de nudos que lo hacía casi imposible, una auténtica obra maestra  y a juicio de quien esto escribe, uno de los zapatos más bellos y elegantes que se han podido fabricar en la ciudad de Elda, los artífices fueron los trabajadores de la fábrica de Benjamín Belmonte García, situada entonces en la actual Avenida del Mediterráneo y en el lugar aproximadamente en la que en la actualmente hay otra gran firma de calzado.

                               Zapato ganador del Cambrillón de Oro de la firma  "Calzados Helen"

El Cambrillón de oro consistía en un trofeo donado por uno de los fabricantes de componentes de la época, Hijos de Sócrates de la Encarnación,  y consistía en un cambrillón (refuerzo  interior de la planta ) hecho en oro de 24 quilates,  engarzado en una peana de mármol en la que se indicaba el ganador y el premio. Ambos zapatos ganadores y el premio conseguido por Belmonte, se encuentran en una de las vitrinas del Museo del Calzado.
Aquel premio, que tuvo un corto recorrido, se otorgaba para premiar la calidad en el conjunto del zapato, considerando su aspecto artístico como un factor importante a sumar a las demás cualidades de: modelaje, corte, cosido, fabricación manual y mecánica  y acabado.