lunes, 8 de abril de 2019

La diversificación industrial tabla de salvación de Elda y comarca

Nadie puede dudar de mi apuesta personal por el calzado, especialmente el de mujer de gamas media-alta, tampoco de los esfuerzos para que alguien reaccione ante los retos del presente y especialmente del futuro.  Por ello me creo en la obligación como eldense y como amante de nuestra industria del calzado, de alzar la voz para exigir una contundente política que diversifique nuestro tejido industrial y nos cree expectativas de futuro, riqueza, crecimiento y naturalmente empleo.
Para alcanzar esas metas no valen ya paliativos, ni existen barreras, incluidas las de tipo económico, que puedan retrasar languideciendo lo que todos vemos, una apuesta clara por la diversificación industrial es nuestra meta de futuro.
A este respecto  quiero recordar mis propias palabras en un trabajo publicado en la revista Alborada (hoy Fiestas Mayores) Diversificación y zonificación industrial dos aspectos preocupantes de futuro escrito en abril de 1977 y publicado en septiembre de ese año y en el diario La Verdad el 13-09-1977. Entonces estaba a las puertas la creación del Polígono Industrial Campo Alto:
...."Seria de desear que el Polígono Industrial partiese de terrenos urbanizables propiedad del Municipio y que éste los pusiese a disposición de las Empresas con un máximo de facilidades, no sólo para el sector calzado sino para otras actividades de las que Elda carece.  Por supuesto que todos estamos muy orgullosos de nuestra industria actual que ha dado vida y nombre a Elda pero...¿acaso no supone también un riesgo?. Por desgracia nuestro valle hoy no es fértil, no existe agricultura, ni ganadería, y solo por el zapato vivimos y morimos, lo que no deja de ser hermoso pero a la vez preocupante, ya que una ciudad de 50.000 habitantes que utiliza como única fuente de riqueza  una industria descapitalizada y expuesta a un sinfín de amenazas, en su mayoría derivada de situaciones económicas coyunturales de muy diversa índole, tiene que sentirse por fuerza insegura y a merced de los vaivenes de un único sector que históricamente es inestable. Ciertamente cualquier actividad tiene un riesgo, pero si analizamos nuestra situación actual vemos claramente que nos aproximamos al 90% del censo industrial que depende únicamente del calzado, su industria auxiliar y servicios dependientes de aquella. Un polígono industrial en condiciones haría factible la creación de nuevos puestos de trabajo con aplicación de distintas tecnologías correspondientes a otros sectores....."
Han pasado 42 años de aquellas palabras y como podrá verse Elda sigue con sus mismos problemas y poco ha caminado en el espacio de la diversificación. Se crearon no uno, sino tres polígonos industriales, que sirvieron para vaciar el casco urbano de industrias y trasladarlas a esas zonas, que supone en sí mismo un acierto, pero que no sirvió para diversificar apenas nada.
Como he venido repitiendo la diversificación industrial en un paso lento, pero Elda no puede ni debe aguardar más para caminar hacia esa meta.
Debemos sacar fuerzas con todo el empuje de que seamos capaces. Elda ahora necesita suelo industrial barato para ofertarlo a empresas diversas, con exención total de impuestos municipales y un compromiso con el IVACE (Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial), el SEPES(Sociedad Estatal de Suelo) para que haga posible la urbanización de los terrenos que Elda debe poner a disposición. Es una prioridad sobre cualquier otra y en ella nos va nuestro futuro a medio y largo plazo. Para ello contamos con la proximidad a la Autovía, Estación de Ferrocarril, Puerto de Alicante y Aeropuerto y una población trabajadora dispuesta a poner lo mejor de cada uno para hacer prosperar cualquier empresa que decida entrar en nuestro territorio;  habrá que comprometer a las Consellerías de Comercio e Industria y buscar los caminos adecuados para que ellos impulsen nuestro suelo en el "Arco Mediterráneo".
En puertas de unas trascendentes elecciones Autonómicas y Municipales es procedente solicitar que se incluyan nuestras propuestas en acciones de futuro. Elda y comarca no puede esperar otros cincuenta años para seguir reivindicando lo que hace ya cuatro décadas era una necesidad.  Y mientras esto llega afiancemos con toda energía lo que tenemos: La industria del calzado para fabricar zapatos de alta gama.

sábado, 6 de abril de 2019

Elda puede revertir su preocupante pérdida de población

Que no quede la menor duda, si nos lo proponemos podremos cambiar los signos negativos que afligen a nuestra ciudad y le presagian un incierto futuro.
La pérdida de población es una consecuencia de la falta de empuje de la industria y los servicios derivados, eso repercute en el empleo, en el coste de la vivienda, en el valor del suelo, en la renta per cápita, obligando a muchos a buscar trabajo fuera de la ciudad. Pero no debemos caer en el desánimo, esos parámetros pueden revertirse, aunque requiere una fuerza especial por la unión de todos los principales actores: Partidos Políticos, Asociaciones Empresariales y de Trabajadores, con el apoyo de los ciudadanos que deben alentar cualquier iniciativa que tienda a mantener el empleo y crecer.
¿Cómo se hace esto? Es evidente que lo más necesario y definitivo sería una diversificación industrial de nuestra primera industria, la del calzado, pero esto no es ni inmediato, ni posible de la mano exclusivamente de la iniciativa privada, necesita un mayor empuje , como ya ocurriera hace años con los Altos Hornos de Sagunto, por poner un ejemplo. La diversificación podrá venir de la mano de la iniciativa privada, pero para ello pasarían décadas. Por lo tanto y para mantener el empleo y la riqueza, debemos afianzarnos a lo único que tenemos, nuestra industria zapatera para la fabricación de zapatos de alta gama de mujer, ahí está nuestro presente y futuro inmediato. Debemos tener muy claro que, para lo bueno y lo malo, Elda sin el calzado no tiene futuro.
Mantener el empleo en el sector pasa por mantener nuestra seña de identidad. Es decir, ante la presión industrial y comercial de otras ciudades zapateras, es necesario que la capitalidad zapatera de ese tipo de calzado de alta gama no se diluya, no se apague o se pierda, ese sería el primer esfuerzo. Para ello hay que mantener en «primera línea de batalla»: el prestigio y la calidad del zapato fabricado aquí.

¿Cómo se hace esto? Es evidente que lo más necesario y definitivo sería una diversificación industrial de nuestra primera industria, la del calzado, pero esto no es ni inmediato, ni posible de la mano exclusivamente de la iniciativa privada, necesita un mayor empuje , como ya ocurriera hace años con los Altos Hornos de Sagunto, por poner un ejemplo. La diversificación podrá venir de la mano de la iniciativa privada, pero para ello pasarían décadas. Por lo tanto y para mantener el empleo y la riqueza, debemos afianzarnos a lo único que tenemos, nuestra industria zapatera para la fabricación de zapatos de alta gama de mujer, ahí está nuestro presente y futuro inmediato. Debemos tener muy claro que, para lo bueno y lo malo, Elda sin el calzado no tiene futuro.Mantener el empleo en el sector pasa por mantener nuestra seña de identidad. Es decir, ante la presión industrial y comercial de otras ciudades zapateras, es necesario que la capitalidad zapatera de ese tipo de calzado de alta gama no se diluya, no se apague o se pierda, ese sería el primer esfuerzo. Para ello hay que mantener en «primera línea de batalla»: el prestigio y la calidad del zapato fabricado aquí.
¿Qué medios utilizamos? No cejar en mostrar al mundo a través de exposiciones y lanzamientos de tendencias, desde Elda, ese tipo de calzado que queremos mantener y potenciar. Las ventas directas que puedan derivarse de una exposición, muestra o feria son relativas. De lo que se trata es de mantener en vilo nuestras constantes de calidad, ellas nos llevan a la búsqueda de nuevos mercados y consolidación de los existente, invertir en imagen es importante y necesario. Naturalmente para ello se necesitan más medios, y no sólo de tipo económico. Sumar a esas exposiciones (dos veces al año), la marca «Zapatos de Elda» para afianzar nuestra procedencia es vital. También la tan deseada «Cátedra del Medio Vinalopó» para conseguir que la Universidad-Empresas conveniadas para potenciar nuestro zapato, aporten medios económicos y de imagen.
Para que todo eso funcione es necesaria la presencia de las asociaciones empresariales del sector Zapatero y Elda perdió hace años su liderazgo y también su voz. Ahora dependemos de una asociación comunitaria ubicada en otra ciudad. Elda debe recobrar su fuerza empresarial y su voz para canalizar iniciativas beneficiosas para esta comarca. Por eso no sería descabellada la creación de una Cámara de Calzado, un foro empresarial que marque pautas y arrope a ese amplio grupo de industriales zapateros de la comarca del Medio Vinalopó.
Estas serían las bases y estas las propuestas para, desde ahí, luchar por mantener el empleo y desarrollar otras acciones que vislumbren un futuro para la ciudad. No tomar medidas, no hacer nada, es languidecer en el tiempo y seguir con más de lo mismo, y eso ya sabemos a dónde nos lleva.
Los eldenses hemos superado todos los escollos del pasado, hemos creado donde no lo había y no sólo para nosotros mismos sino para todo el sector zapatero, es hora de pronunciarse de nuevo.
No debemos dudar de que las inversiones en imagen que afiancen nuestra industria actual, revertirán en unos años en beneficio de la industria del calzado del Medio Vinalopó y de la ciudad de Elda en particular.
*Publicado el 5 de abril de 2019 en el diario INFORMACIÓN

miércoles, 3 de abril de 2019

24. Logos y marcas de calzado eldense: Bartolomé Crespi -Valfer; Manuel Esteve Vera-MAEV; Calzados Carbonell




Bartolomé y Damián Crespi se desplazan desde Mallorca a Elda, para montar una fábrica de calzados de caballero con compañeros de trabajo de la antigua y prestigiosa fábrica de "los Bellods", era a principio de los años 50. Esa fábrica estaba estructurada en varios talleres separados: en diferentes lugares de la ciudad: en la calle Cura Navarro, ubican el cortado y aparado; en la calle Maria Guerrero nº 15 a los zapateros y en la misma calle pero en el nº 9 al almacén, facturación y oficinas. Parte de la producción se exportaba a Islandia, además de atender el mercado de España y con el nombre de "Shoes Mallorquins". Los hermanos se separaron en 1959, Damián monta un taller de picados y grabados y Bartolomé se marcha a Madrid, para hacerse cargo de las tiendas de su suegro Teófilo Gil Navarro. En la capital conoció a otros comerciantes, Luís Gutiérrez RamírezJuan José Redondo Lomas, juntos deciden montar una fábrica en Elda, con la incorporación como diseñador de Valentín Hilario Fernández, se crea un neologismo (a partir de las iniciales de varias palabras se forma una nueva) y nace Valfer con las dos letras del nombre y apellido del modelista.
En Europa se trabajaba con la marca Jacques Esterel. Cerró la fábrica en el año 1979 por jubilación de su propietario.
Batolomé Crespi con un grupo de aparadoras y almacenistas de la fábrica.
Manuel Esteve Vera, fue uno de los fabricantes más importantes en un calzado en el que empleaba un alto porcentaje de pieles de reptiles para confeccionar, a mediados de los años 50, un cuidado zapato de mujer de alta gama. La fábrica estaba ubicada en la calle Francisco Alonso y empleaba como marca de fábrica las iniciales de su nombre y apellidos MA.E.V. "MAEV". Esta empresa participó en los primeros años de implantación de las Ferias del Calzado en Elda y contribuyó a un indudable prestigio del zapato de lujo de mujer.
Calzados Carbonell como marca, hubo también en la década de los años 50, una fábrica de calzados de alta gama para mujer en la antigua calle General Monasterio, hoy Pablo Iglesias, esa modesta industria realizaba un cuidado zapato para señora, en línea con los zapatos que caracteriza a nuestra industria actual, zapatos que han dado valor y nombre a nuestra ciudad.