martes, 17 de octubre de 2023

¿Elda renace?

 

¿Elda renace?

La apatía, la pasividad o la incapacidad, de nuevo vuelve a dar un revés a la ciudad de Elda, a su industria del calzado y a todos los eldenses. Quizá sea la suma de todas ellas las que de manera inexorable nos llevan a la irrelevancia en un sector, el del calzado, del que hemos sido siempre pioneros.

El pasado 22 de abril, expertos de la Comisión Europea se reunieron con representantes del sector calzado de Elche y de la industria marroquinera de Ubrique, para discutir la posibilidad de conceder un sello de denominación de origen (D.O.) a los zapatos y artículos de piel confeccionados en esas ciudades, a nadie se le escapa que por mucho que se diga o traten de convencernos, nuestros vecinos ilicitanos al conseguir este objetivo se convertirán en los capitalizadores de ese logro.

La inmovilidad

El 24 de julio de 2015 publiqué en el blog “Calzado” del semanario Valle de Elda un artículo titulado "Elda Prestigio como marca de calidad”, lo leyeron 3.529 personas y en ese escrito se pedía claramente una marca y una denominación de origen para nuestro calzado fabricado en la comarca.

El 24 de septiembre de 2015, el pleno municipal en su totalidad aprobó una moción para solicitar la denominación de “Zapatos de Elda”, como lo habían pedido otras poblaciones zapateras para sus fabricados.

En el trascurso de los años se han solicitado ante quien lo tenia que conceder, la Oficina de Marcas situada en nuestra capital, antes OAMI, ahora llamada EQUIPO y siempre por parte de los Ayuntamientos de las respectivas ciudades, la marca que identificara el zapato fabricado en cada ciudad o zona. Por allí han pasado la totalidad de poblaciones con tradición zapatera buscando su marca, desde Elche, hasta Arnedo (La Rioja), pasando por Baleares, Valverde etc., la única excepción notable Elda.

Desde aquel 2015, he venido insistiendo en la obtención de la marca de origen y de la denominación oficial de calidad para la ciudad de Elda, con la D.O. que sabíamos estaba a punto de concederse en actividades o artículos industriales, sin resultado alguno.

El pasado 14 de abril de 2022, también en el Blog Calzado de Valle de Elda y, esta vez, de forma desesperada, publique un escrito que se titulaba Elda debe solicitar sin demora la “Denominación de Origen para su calzado”, obtuvo 2.399 lecturas, pero de nuevo nadie movió un solo dedo.

¡Elda vuelve a perder!

Me cuesta decir esas palabras, pero desgraciadamente eso es así, digan lo que digan, manejen las encuestas que manejen o nos hablen de ese renacer que más parece dirigido a los festeros eldenses que a los trabajadores de nuestra ciudad. Con esta forma de “hacer valer la ciudad”, ni es posible renacer, ni es posible si quiera mantener a duras penas el nivel de empleo y crecimiento que es la base de todo lo demás, incluidas las fiestas.

A veces llego a preguntarme ante tanta pasividad si el equivocado seré yo. En algunas ocasiones he estado tentado de “pasar de todo” y no manifestar las posibles desgarradoras consecuencias que llevarán a nuestra ciudad a la irrelevancia, pero no puedo, es necesario que todos nos concienciemos que hay que luchar, los que estamos convencidos que el zapato eldense no es algo que se ha obtenido como una dádiva de instancias superiores, elevando la voz y afirmando con orgullo que se trata de una herencia de muchos otros, empresarios y trabajadores que, a lo largo de este duro camino de esfuerzo y sacrificio, lograron cedernos el testigo de un zapato, “hecho por artistas”, que merece la consideración de ser Denominación de Origen, ante cualquiera otro que pretenda subrogarse tal derecho.

Deseo ser voz constructiva, pero crítica, que denuncie que este no es el camino, no me resigno a perder lo que fuimos como pueblo y lo que representamos con el calzado en el panorama internacional. Elda necesita encontrar su senda de progreso, con una apuesta decidida que nos hizo únicos, lo que hemos recibido de generaciones anteriores.

Como casi siempre ocurre, ahora la ciudad obtendrá el “premio de consolación”, quizá se nos diga que la denominación que otros consiguen la compartirán, como ya ocurriera con el Centro Nacional de Referencia de Calzado (RNC)  y que a Elda se le dijo ser “sub-sede” que es como no decir absolutamente nada, o como aquel proyecto de Puerto Seco al que Elda siquiera presentó batalla, o a esa otra petición totalmente utópica que formulé en 1991, cuando se ofrecían compensaciones para Elda por la inminente pérdida de sus Ferias del Calzado, entonces puse la compensación en que la Oficina de Marcas se instalase en Elda, en el lugar que ocupaban los recintos feriales (Escrito al semanario Valle de Elda), pero tampoco nadie me siguió.

La triste realidad es que somos los perdedores de siempre y así nos va.

Cuando en 2015 me personé en la Oficina de Marcas de Alicante, buscando asesoramiento para trasladarlo al Ayuntamiento de nuestro pueblo, y recogí toda la documentación, que cumplimente, para la obtención de la marca de calzados de origen Elda y la denominación de Calzado de Artesanía, se me dijo con total claridad que al único organismo que se le otorgaría la D.O. cuando se aprobase, sería al Ayuntamiento de Elda como representante de Asociaciones Sectoriales y Locales, si por medio de una institución sectorial hubiese sido posible, a través del Museo del Calzado Elda ya la tendría.

viernes, 8 de septiembre de 2023

Fueron hijos del olvido. “Honor y gloria”

 

La historia de los pueblos las suele escribir personas que investigan aquellos hechos que fueron especialmente importantes y quienes los promovieron. Pero, en algunos casos, nos encontramos con olvidos clamorosos de individuos o colectivos que fueron capaces de alumbrar actuaciones que tuvieron enorme repercusión, algunas, por los beneficios económicos que generaron, otras, por el alcance social o cultural de relevantes consecuencias para la ciudad.

Con el avance de la tecnología aplicada a los medios de comunicación, es más sencillo analizar hechos acaecidos en el pasado, sin que necesariamente se tenga que recurrir a los historiadores que los vivieron, basta con extraerlos de las hemerotecas. 

La historia es una vacuna contra la ignorancia, un antídoto contra las distorsiones de la ideología y de la propaganda. La historia es completamente necesaria para desbaratar las mentiras que los aspirantes al poder cuentan sobre ella, y para inculcar en las gentes de a pie el sentido de las responsabilidades políticas, morales y civiles, mostrando que nada de lo ocurrido tuvo que ocurrir inevitablemente, que lo que aconteció ayer y acontece hoy no responde a un destino ciego e inexorable, sino a la virtud, inteligencia y sabiduría de los hombres; y, por supuesto, a la perversidad, estupidez e ignorancia de esos mismos hombres. Fernando García de Cortázar.

Reescribir la historia no es cosa nueva, siempre se ha escrito o hablado de personajes que no fueron en aquello que se dice lo contrario, como también pasaron casi desapercibidos nombres de relevantes personas que no contaron con lo que algunos llamarían, “un apadrinamiento adecuado”. Hoy, con referencias habladas, escritas e incluso filmadas, es más difícil “dar gato por liebre”.

 En algunas ocasiones los hombres ilustres de una comunidad de personas, pueblos o incluso naciones, están a merced de los méritos que, para quienes tienen la facultad de otorgar reconocimientos, ejercen su poder atendiendo a parámetros que, en algunos casos, ensombrecen lo que debiera ser una honorable y digna tarea, y que puede verse afectada por cuestiones sociales o motivaciones ideológicas y políticas.

 Reescribir la historia no tiene porqué ser malo, lo abominable es que esa reescritura se aleje de la verdad de los hechos, para potenciar una versión determinada de nuestro pasado. Por eso cuando en estas líneas que titulamos “Fueron hijos del olvido”, se está mencionando a aquellos que, en su momento, fueron olvidados por la sociedad de su tiempo y aportaron honor y gloria a su ciudad o su entorno. Sirva este escrito como muestra y reivindicación de los muchos olvidados tuvo la ciudad de Elda en otros tiempos.

 

Hombres y mujeres ilustres

 El Elda tenemos muchos ejemplos que podrían servir de patrón para dar sentido o entender lo que deseo exponer en estas páginas.

 Hubo hombres y mujeres que fueron personas brillantes, que alcanzaron objetivos extraordinarios y beneficiaron con ello a la colectividad. Algunos recibieron el honor de ser considerados por sus méritos, pero otros cayeron en el olvido a pesar de que los efectos de sus acciones crearon riqueza y prestigio para la colectividad; destacaron de entre los de su tiempo, colaborando en el desarrollo y crecimiento del país, de la región y dieron gloria a la ciudad de Elda. 

 Vivimos en un pueblo en el que quizá sea una de las poblaciones que con mayor certeza y evidencia podrían hallarse ejemplos de hombres y mujeres que cayeron en el olvido, los jóvenes de hoy desconocen lo que realizaron y que el tiempo se ha encargado de silenciar.

Silvestre Hernández Poveda

 Nació en 1851, quizá el primer fabricante formado desde casi su niñez como aprendiz de la incipiente industria del calzado eldense, y el más importante en los albores de la actividad zapatera, precursor de la industria artesana del calzado de señora, forjador de una gran industria situada, a finales del siglo XIX, en lo que es ahora la plaza de las Huestes del Cadí, en la calle San Roque.

 

                           Unos de los primeros talleres de confección de calzado Museo del Calzado

 Aquel primer taller de fabricación de calzados tuvo su originaria actividad en el año 1883, pero la fuerza creadora del calzado de calidad obró el milagro, de un taller con apenas una veintena de obreros, se pasaría a final de siglo a una de las fábricas más grandes en número de trabajadores, más de 400, y en producción de zapatos de todas las clases, como era habitual en aquellos años, superando los ochocientos pares diarios.

 Silvestre murió a los 95 años, en 1947, dejando atrás una huella indeleble al ser el pionero en la provincia de Alicante, en fabricar zapatos de “lujo” artesanos y semi mecanizados y haber alcanzado el honor de ser fundador de una gran industria.

 Rafael Romero Utrilles

 La tradición y el “boca a boca” nos legó la frase “Elda, París Y Londres”.

 

                  

                         Rafael Romero Utrilles con su familia hacia final del siglo XIX

 Rafael Romero Utrilles, del que tanto se ha hablado en medios de comunicación contemporáneos, fue el artífice de aquella gran fábrica de calzados que ocupaba parte de lo que hoy es la calle Dahellos, creando trabajo para cientos de personas, que según algunos cronistas lo cifraban en más de 800 trabajadores en su mejor época.

 

                    Dibujo coloreado de la gran industria de Romero Utrilles. Museo del Calzado

 En 1902 conseguiría para su empresa y para el prestigio del calzado eldense, sendas medallas de oro en las Exposiciones Universales de París y Londres, de ahí pudiera derivar la frase Elda, París y Londres. Aunque su gesta sirve de recordatorio permanente, nunca pudo ser reconocido por ello.

        

                       Anverso y reverso de ambas medallas de oro. Museo del Calzado

 En aquel siglo XIX, no fueron los únicos en transformar la maltrecha economía agrícola de la villa y convertirla en un centro productivo de calzado, hubo muchos más, y no solo zapateros.

 Isidro Aguado Aravid

 El fabricante de hormas más importante de España que llegó a forjar una impresionante industria.

 Aguado nació en Elda en 1840, zapatero de silla en sus inicios, tallaba las hormas que empleaba para montar los zapatos.

 Fue en el barrio de la Alfaguara, en unos 7600 m2, donde existía uno de los mayores molinos de la región, movido por una noria que extraía agua de un canal que venía, canalizada, directamente del pantano de Elda.

 El agua movía el embarrado de la nave que accionaba las máquinas, alguna de ellas de su invención, otras eran accionadas por la fuerza animal, con una mula girando alrededor de un torno que movía el embarrado.

 

Naves industriales construidas cerca del margen derecho de Vinalopó y en la zona del actual barrio de Huerta Nueva

 Para mayores méritos de este ejemplar empresario, se da la circunstancia que en su empresa se anotaba con meticulosidad, los detalles de las empresas a las que suministraba hormas en nuestro país y en territorios de ultramar, y ese “libro de clientes” nos da hoy una idea de las industrias y talleres de fabricación de calzados que existía en cada región de España a finales del siglo XIX.

En este grupo presidido por Isidro Aguado Aravid con alguno de sus encargados de sección y trabajadores de la empresa, se observan importantes hormeros de Elda y Petrer que, años más tarde, construirían sus propias empresas y crearían sus marcas de fabricación. Museo del Calzado

 Su nieto, Isidro Aguado Sánchez, se convertiría en 1999 en uno de los más activos mecenas del Museo del Calzado, su labor de mecenazgo siempre estuvo desligada de su actividad industrial, un gesto de compromiso personal que mantuvo hasta el final de su vida.

 

Isidro Aguado Sánchez fotografiado con el dibujo, firmado por Gabriel Poveda “Leirbag” , en el que se aprecian las naves industriales y la canalización que conducía el agua del río Vinalopó para mover las máquinas.

 Oscar Santos González

Un fabricante de calzados de alta gama para mujer que conseguiría en 1959 el premio "Cambrillón de Oro" al zapato mejor hecho, en la I Concurso Exposición de calzado de dio paso a la I Feria Nacional.

   

Oscar Santos González. Empresario del Calzado (1915 – 1979) y zapato ganador del “cambrillón de oro”. Museo del Calzado

 Fabricó, en una modesta industria, un zapato de lujo con la marca “Helen”, en honor a su esposa Elena, pero sus méritos fueron más allá.

 Oscar Santos fue la primera persona que hizo pública la idea de crear en Elda una gran feria de calzado, insistiendo una y otra vez en los beneficios que ello aportaría a la ciudad de Elda y al sector zapatero; ideólogo, junto con Roque Calpena, de aquel movimiento económico que supuso un auténtico “milagro” para nuestra industria del calzado en 1959 y siguientes, con la creación y puesta en marcha de la primera feria monográfica local de calzado y a continuación, las Ferias Nacionales e Internacionales, que tanta riqueza y prestigio dieron a nuestra ciudad.

 Su machacona insistencia dio lugar a que un deseo se convirtiese en una necesidad, movilizando con sus escritos a fabricantes y asociaciones empresariales de nuestra comarca que, como él, estaban convencidos que el futuro de Elda pasaría por una gran exposición abierta al mundo.

 

José María Gran Diez

   

            José María Gran Diez                         Estand de Elda Exportadora en ll I Feria Nacional

Un industrial comprometido con la ciudad de Elda y con la industria del calzado, arriesgo su patrimonio creando varias sociedades y empresas, entre ellas, Calzados Proa, que diera trabajo, prestigio y riqueza en las décadas de los años 60 y 70, que abrió el camino para una beneficiosa exportación de zapatos eldenses, presidiendo la primera acción decidida para abrir nuestra ciudad al exterior.

 Gran, junto con otros industriales de Elda, creó una sociedad exportadora, llamada “Goyescas-Elda-España”, con el acrónimo SECSA (Sociedad Exportadora de Calzados S.A.) que fue precursora de las exportaciones eldenses asociadas y fue esta sociedad la que cedió paso a “Elda exportadora”.

  Elda Exportadora

 Fue una gran idea que llegó a reunir 250 industrias asociadas en 1961, y de cuyas misiones comerciales, vendiendo cientos de miles de zapatos en todo el mundo (“La FICIA. Un gran esfuerzo colectivo” pp.146). Durante los años que estuvo activa participó, con un estand propio, en las ferias nacionales e internacionales que se celebraban en Elda. En los periodos entre ferias, viajaban misiones comerciales a Europa y EE. UU. en busca de pedidos para las fábricas asociadas, y fue la primera institución en solicitar la exención de aranceles para la importación de maquinaria, como ya lo hicieran países como Alemania, Francia o Italia que competían en la fabricación de calzados en Europa. (La FICIA pp. 119)

 

 

Junta directiva de "Elda Exportadora", entre otros: José María Gran, Oscar Santos, José María Alarcón, Vicente Esteve, Juan Gómez Ribas, Jaime Segarra, Francisco Cremades, Octavio Santos, Antonio Porta, Bartolomé Crespi, Leopoldo Merino, José Aguado y Antonio Juan. Museo del Calzado

 Pero José María Gran hizo mucho más. El primer año de la Feria Nacional del Calzado, en 1960, fue la persona que hizo amistad y convenció al representante de la administración de la Cooperación Internacional de Estados Unidos de América, Mr. Louis G. Feman, para que potenciase las calidades del zapato fabricado en Elda, tratando de introducirlo masivamente en los EE. UU. como así fue.

 Lorenzo Manero Juan

 Creador de un “Modelo de utilidad” que dio la vuelta al mundo y expandieron el nombre de su origen, Elda, con un pantógrafo de su invención para escalar patrones patentado en mayo de 1960.

 En el Museo del Calzado se conservan varios pantógrafos donados por modelistas del sector, podemos afirmar sin caer en exageraciones, que la gran mayoría de diseñadores, modelistas o patronistas de nuestro país, tenían como herramienta de trabajo este sencillo y útil pantógrafo, que fue sustituido más tarde por los pantógrafos automáticos, sin embargo, todavía podemos encontrar este tipo de herramienta en algunos profesionales de las zonas zapateras.

                        

Lorenzo Manero y croquis del pantógrafo reconocido como modelo de utilidad. Museo del Calzado

 Remedios González Romero

 Podríamos representar en Remedios González el sacrificado trabajo de las aparadoras eldenses. Mujeres que conllevaron una doble tarea: su trabajo en la casa al cuidado de las labores de ama de casa, al cuidado de los hijos, en momentos en los que Elda carecía de guarderías o colegios para niños de corta edad, y que compatibilizaban con el aparado realizado hasta altas horas de la madrugada, mal remunerado y sin los derechos que amparan a un trabajador legalizado, tratando de ayudar a la frágil economía doméstica.

 Remedios fue persona respetada y querida y muchas de las aparadoras que hoy son madres e incluso abuelas, pasaron por sus aulas.

 Cabe destacar, otra maestra de aparado con la que tuve el privilegio de compartir claustro de profesores en el Instituto de Formación Profesional “La Torreta”, donde pasaron cientos de alumnas por sus talleres, Salud Sáez Conesa, una gran profesional y comprometida con la docencia.

 

Remedios González recibiendo el homenaje de sus compañeros. En la imagen también una maestra de aparado y profesora, Salud Sáez Conesa, que siguió la estela de Remedios, 

 Fue maestra de maestras, es decir, ejerció desde su creación, como profesora de aparado en la primera escuela de Aprendizaje Industrial que tubo Elda, la Escuela de Artes y Oficios.

 Pero la historia de nuestro pueblo también recoge trágicas injusticias que fueron ejemplo de atrocidades, algunas se cebaron en personas sobresalientes que facilitaron trabajo y riqueza en Elda y Petrer en momentos dramáticos.

 Tomás Guarinos Maestre

 El menor aprecio, el olvido, es siempre injusto cuando ocasiona la pérdida de la memoria de unos hechos que fueron notables y beneficiaron a muchas personas en Elda y Petrer y al prestigio de la comarca.

 

Tomás Guarinos Maestre. Procurador de los Tribunales, consejero secretario del Banco de Elda y Fundador de la SICEP. Museo del Calzado

Tomás Guarinos fue la persona que, en 1936, tras el pronunciamiento militar contra el gobierno de la II República, lo que se llamó el Alzamiento Nacional, con fabricas cerradas y huelgas en ambas poblaciones, fundó una cooperativa de industrias que trabajó durante los casi cuatro años que duró aquella terrible Guerra Civil.

Guarinos, en aquellos años, era un prestigioso Procurador de los Tribunales que tenía una amplia cartera de clientes entre la mayor parte del empresariado de la comarca, pero que era reconocido por su talante dialogante y su capacidad de convicción, también entre los sindicatos de trabajadores del sector zapatero.

 Los bancos que operaban en la ciudad: Español de Crédito; Hispano Americano; Popular y el nombrado Banco de Elda (de la que Guarinos formaba parte como consejero secretario en su consejo de administración), junto con la Asociación de fabricantes de Elda y Petrel, estaban preocupados por la situación de las empresas y naturalmente de los trabajadores que integraban las plantillas de las mismas, la posible incautación de fábricas por parte de los sindicatos de la época podrían colapsar la viabilidad de operaciones crediticias para obtener préstamos de los bancos implicados, en definitiva, la situación de las poblaciones de nuestro valle se encontraban en un estado de quiebra aparente que podría desencadenar el cierre total de la industria.

De la reunión de las partes con Tomás Guarinos, salió la propuesta de crear una cooperativa empresarial, lo que se llamaría S.I.C.E.P. (Sindicato de la Industria del Calzado de Elda y Petrel), pero para llegar a ese punto hubo que convencer y eliminar las reticencias surgidas por parte de empresarios y trabajadores.

 El gran invento de la SICEP

 No vamos a incidir de nuevo en lo que fue y como se desarrolló la cooperativa empresaria bajo el acrónimo SICEP, otros autores ya lo han ido desgranado en revistas y publicaciones, yo mismo escribí en 2015 un libro que se titula “Industria del Calzado Eldense: Tres momentos clave” y en él dedique un amplio capítulo a describir extensamente como se creó y las dificultades por las que atravesó, también el reparto de posibles beneficios, todo ello rescatado de los documentos autógrafos del señor Guarinos y lo beneficioso que fue para Elda y Petrer.

 

Lo que pretendo es transmitir el esfuerzo titánico de un eldense, Tomás Guarinos Maestre, para negociar con sindicatos, asociación de empresarios, bancos y trabajadores de empresas, algunas abandonadas por sus propietarios, una asociación que dio beneficios y que, sobre todo y de forma muy especial, dio trabajo en guerra a más de 12.000 trabajadores de forma directa y llegaría a los 30.000 incluyendo el trabajo inducido.

 Constitución de la Sociedad

 El inicio de la Sociedad lo justifica Guarinos, “por la voluntad de los bancos con los empresarios para, por una parte, solucionar el pago de jornales improductivos y, por otra, para mantener las fábricas activas y evitar la incautación”.

 La Sociedad se constituyó legalmente el 18 de agosto de 1936.

 En un principio eran 17 socios:

 José Guarinos Vera; José Martínez Sánchez; Genaro Vera Coronel; Francisco Vera Santos; José Alemany Maciá; José Porta Rausa (por la empresa Antonio Porta); Felipe Rivas Rubio (por la empresa de Francisco Ribas Rubio); Vicente Gil Navarro (por Teófilo Gil); Luís Maestre Coronel; Manuel Vera García; Felipe Peñataro Sanchíz; José Gerónimo Guill; Luís Bel Garrigós y Pedro Milán Borrás; los nombrados eran fabricantes de Elda, y también se unieron Ricardo Villaplana Reig (por la empresa LUVI); Alfonso Chico de Guzmán y Francisco Agatángelo Martínez, estos últimos de Petrer. Pero muy pronto la lista iría creciendo y conforme avanzaba la guerra y se comprobaba la estabilidad de las industrias fundadoras y las amortizaciones que se iban realizando, la entrada de empresas en SICEP era casi constante hasta alcanzar las ochenta fábricas, entre ellas la gran fábrica de los Bellod (Industria que anteriormente era la de Romero Utrilles), como se conocía popularmente. Con ese número, y teniendo en cuenta que algunas de las industrias nombradas, el montante de trabajadores directos en fábricas alcanzó la cifra nada desdeñable de 12.000 almas, y todo ello sin contar el trabajo inducido y a domicilio, servicios y personal auxiliar, que en total duplicaban esa cifra y superaría los treinta mil trabajadores repartidos en varias ciudades, Valencia y Barcelona, donde SICEP tenía sus almacenes. 

 Con las aportaciones de mil pesetas cada empresario, se conformaron los estatutos de la sociedad que estaba regida por un Consejo de Administración, formado por siete de sus miembros elegidos por mayoría de votos.

 

                  Antiguo edificio, en la calle Conde Coloma de Elda, en el que se ubicaron los almacenes de SICEP

 Perseguido y encarcelado

 El inductor, organizador y administrador de SICEP, al término de la contienda entre españoles, fue arrestado primero, encarcelado y desterrado del territorio peninsular, al haberse aplicado sobre él y su familia, las injustas e implacables leyes que perseguían y reprimían algunas sociedades, entre ellas la masonería.

 Guarinos fue desposeído de su titulación, sin embargo, era tal su talante que perdonó y, con el paso del tiempo, fue admirado por los mismos que lo acusaron, provocando consecuencias que le llevaron, a él mismo y a su familia, a padecer calamidades, la más terrible, la separación de su esposa e hijos durante años.

 El recuerdo de grandes hombres y mujeres se valoran por el compromiso con el bien común y los nombrados, junto a muchos otros, dieron un maravilloso ejemplo.

 José María Amat Amer

 Septiembre de 2023


 Bibliografía

 Amat Amer J.M. – 2002 - “La FICIA un gran esfuerzo colectivo”

 Amat Amer J.M. – 2007 – “Dos siglos de Industrialización en la Comunidad Valenciana”.

 Amat Amer J.M. – 2015 – “Industria del Calzado Eldense: Tres momentos clave”

 Archivo Histórico Nacional – Sección Guerra Civil.

 Valle de Elda. Blog CALZADO

 

 

sábado, 13 de mayo de 2023

Día Internacional de los Museos y el Museo del Calzado

              

       Vista parcial de sala de máquinas. Museo del Calzado. Foto Ernesto Ortíz Arteaga
 
El Museo del Calzado se prepara para celebrar con todos los honores el "Día Internacional de los Museos" el próximo 18 de mayo y, con esa celebración, reivindica una vez más el papel de los museos en la sociedad actual y especialmente el del calzado en España.

Desde1977 se viene organizando, a nivel mundial, el día de reconocimiento a la labor que desarrollan los museos en la comunidad museística internacional. Es importante recordar la labor de los museos en favor del bienestar y del desarrollo de nuestra comunidad industrial.

El Museo del Calzado de Elda, está en una posición única para crear un efecto cascada que fomente corrientes a favor del calzado, su industria y sus servicios.

Nuestro museo, que tiene carácter internacional, contribuye entre otros objetivos al desarrollo de iniciativas que fomentan el comercio y la industria de calidad del calzado español.

Vista sección maquinaria. Museo del Calzado. Foto Antoni Balaguer Corts

El Dia Internacional de los Museos es una fecha ideal para recordar el papel que se le debe asignar a esta institución sin ánimo de lucro, que ejerce el rol de guardián de la cultura zapatera o cultura del calzado, y al que se le debe asignar un valor extraordinario que catapulte y consolide, no solo la industria zapatera local sino la industria y el comercio de calzado nacional.

¿Qué objetivos se marca el museo del calzado de Elda?

Este emblemático lugar de referencia mundial es una parte fundamental en las señas de identidad de la industria zapatera local y nacional.

Además de suponer una

 diversa y enriquecedora ventana abierta a nuestra cultura zapatera, es también un centro de investigación donde se exhiben y transmiten las ideas y las vivencias de una moda cambiante que, casi siempre, tiene puntos de conexión con el pasado.

          

                      Foto José María Canto Cabrera. Museo del Calzado

La gran diferencia es que el Museo del Calzado representa un icono de la industria actual que sigue siendo mayoritaria en la comarca del Medio Vinalopó.

Los pueblos zapateros encuentran sus raíces en los museos, pero en el caso del Museo del Calzado de Elda, el enraizamiento es tal que sigue vigente en la sociedad actual, manteniendo el vigor y la pujanza de una de las principales industrias de moda del país.

Inspiración y promoción

Si cualquier museo puede atraer a un visitante ávido de inspiración, el Museo del Calzado en el que la moda y su evolución están latentes a cada paso, en cada vitrina, en cualquier rincón de sus salas, se convierte en un lugar de meditación que ilumina la creación.

         Foto. Botella. Exposición itinerante. Museo del Calzado

Contemplar la perfección de los acabados, las complejas fases de una engorrosa y compleja fabricación, ejerce un efecto llamada que promociona el calzado español en general, pero que pone un punto de mira en el trabajo y la capacidad creativa de la ciudad de Elda en particular.

Una fecha para la reflexión

En el caso de Elda, con el Museo del Calzado, se está lanzando un permanente mensaje en favor de su industria. Mantener, potenciar y consolidar de forma indestructible un museo del calzado de talla internacional y diverso en sus variadas colecciones, es algo que no es fácil de conseguir. Elda lo ha logrado y con excelencia ante el conjunto de colecciones similares.

Todos debemos ser conscientes de la necesidad de arropar al Museo del Calzado de Elda, manteniendo sus peculiaridades e invirtiendo en su mejora y mantenimiento, porque no solo es un icono que nos diferencia como ciudad, sino que estamos invirtiendo en nuestro futuro, apoyando lo que muchos hicieron en el pasado.

J.M.A.


miércoles, 25 de enero de 2023

Más que un libro. El Museo tiene una imagen

                                     

 Más que un libro. El Museo tiene su mejor imagen.

Con este titular damos cuenta de la aparición de un excepcional catálogo dirigido a los amantes del zapato, pero muy especialmente para aquellos que tienen en el calzado un ejemplo de complemento ideal.

  A finales de 2022 el Museo del Calzado presentó en su salón de actos, el libro titulado "Museo del Calzado. José María Amat Amer". 


Para reforzar la imagen del Museo y el contenido de este magnífico libro, encuadernado a todo color, con imágenes de alta resolución realizadas por profesionales de la fotografía y ganadores de premios en diversos certámenes específicos, se ha enriquecido con saludos de los principales representantes del sector zapatero: Federación de Industriales del Calzado de España; Asociación de Componentes del Calzado; Inescop; Asociación de aparadoras de la comarca; presidente del Fundación Museo del Calzado, con editoriales de la directora del Museo del Calzado y el fundador de la institución.


Al acto se sumaron el presidente de la Diputación Provincial de Alicante, con un gesto que avala el interés que para nuestra más importante institución provincial supone el Museo del Calzado,  también estuvieron presentes representantes de partidos políticos y asociaciones de la comarca.

Las personas que intervinieron consideraron al Museo del Calzado como una pieza clave en el desarrollo y divulgación del calzado español.

Con ese libro, que se puede adquirir en el Museo del Calzado, no solo se dan a conocer los extraordinarios fondos museísticos que contienen las salas expositivas, sino que la ciudad ofrece una destacada "tarjeta de visita" que puede ostentar con orgullo.

El libro "Museo del Calzado" es en sí mismo un instrumento de divulgación de los esfuerzos que realizaron y realizan los trabajadores de la industria del calzado, en España y en el mundo, para dignificar la profesión, ser testigo ejemplarizante de muchas actuaciones exitosas de la industria del calzado en nuestro territorio, y dar testimonio de los parámetros de calidad de la industria española del calzado y componentes.

Las imágenes, algunas con permisos concedidos por la galería Museo del Prado, entre otros, son de una calidad excepcional y van avaladas por escuetos comentarios de personalidades de la moda y del diseño.

Como se ha dicho al principio, Elda tiene una imagen que presentar al visitante, y con ella se transmiten mensajes con mayor fuerza que las palabras.


Un buen trabajo de Teresa Jover, que ha ostentado la dirección de arte y diseño, todo ello con la coordinación de Loles Esteve como directora del Museo.

La ciudad donde radica el Museo del Calzado ha sido la pionera en alcanzar los mayores parámetros de calidad en el calzado y también, alumbró la totalidad de las instituciones zapateras que hoy todavía se conservan.


lunes, 8 de agosto de 2022

Ha muerto la viuda de Luis García Berlanga

 

Ha muerto la viuda de Luis García Berlanga
María Jesús en primer término, y la princesa Tessa de Baviera celebrando la Mejor Calzada

Hace escasamente unos minutos me acaban de comunicar el fallecimiento de María Jesús Manrique. Se casó con Luis en el año 1954 y formó una gran familia numerosa con cuatro hijos varones. Su peor momento sin duda fue en el año 2002 con el fallecimiento de su hijo Carlos. En aquel fatídico año, Luis y yo ya éramos amigos y el dolor por la pérdida de un hijo no es comparable a nada. Tengo que decir que su tragedia era volver a revivir en mí también momentos amargos que supongo todos tenemos en la vida. Mis frecuentes llamadas y los intentos para consolar lo inconsolable seguramente no tendrían muchos resultados en una persona como Berlanga que, por encima de todo, sabía asumir sus aciertos y sus “pérdidas”, pero al menos tenía en mí a un amigo que comprendía su estado de ánimo.

María Jesús y el Museo del Calzado

Si Luis, por su confeso fetichismo del zapato de tacón de aguja, era un enamorado de cada pieza del museo de Elda y de todo lo que emanaba desde esa institución, María Jesús, enormemente respetuosa con esa inclinación fetichista de su esposo, la toleraba, aunque jamás la escuché una sola palabra que denotase en ella tal inclinación. Con su sonrisa socarrona, casi burlona y un poco pícara, levantaba las cejas o se encogía de hombros cuando Luis comentaba en su presencia la atracción por ese tipo de zapatos. María Jesús, en la época en la que la conocí, calzaba un tipo de “sabrina” casi sin tacón, era con lo que más cómoda caminaba. El museo de Elda también llegó a enamorarla.

Eterna acompañante y con una enorme energía

Durante unos años en los que Luis fue presidente del Consejo de Administración de la Ciudad de la Luz, siempre acompañaba a su esposo en esos viajes relámpago a Alicante, algunas veces apenas duraban un solo día, pero ella con su dulzura, simpatía y no menos energía, era la que le “espantaba” a algún que otros fans de su esposo. En más de una ocasión Luis me llamaba a Elda para vernos fugazmente con su esposa y tomar una horchata en Peret. También otras veces tenía que salir en su auxilio para evitar a las personas que, con evidentes muestras de simpatía, querían acercarse a Luis, y éste a sus ochenta y muchos años y sin María Jesús que le acompañara, se sentía un poco mareado.

Nos ha dejado una gran mujer que enamoró a un genio. Como decía Luis, “María Jesús, una jovencita estudiante de Filosofía y Letras, fue el mejor regalo que conseguí de la recia Castilla La Vieja, llevándome a una joya de aquellas bellas tierras”. Y es que “Mariajesú” como la llamaba Berlanga, había nacido en Soria.

Una preciosa joya que hoy se convierte en un icono de amistad

A finales de octubre de 2010, Luis García Berlanga vivía sus últimos momentos. María Jesús nos esperaba una tarde en su casa de Somosaguas y allí fuimos mi esposa María Teresa y yo para darle el último abrazo a nuestro querido amigo. En su lecho, Luis agonizaba y siquiera nos reconoció (creo), nos despedimos con un beso. Al salir de su habitación María Jesús con emoción incontenible se acercó a mi esposa y le hizo entrega de un collar. Un pesado collar hecho con piedras semipreciosas: Lapislázuli, cuarzo tallado, aguas marinas, pequeñas piedras goldstone de color azul, entre otros cristales azules también tallados. “El color azul es el de la tranquilidad, la calma y la paz”, con este presente nos marchamos de aquella casa con el corazón en un puño. Nos quedaba su recuerdo imborrable y un presente de paz, la que deseamos a nuestra querida María Jesús allá donde esté.

sábado, 30 de julio de 2022

¿Porqué Elda debe vincular el calzado y el bolso al turismo?

 El calzado y el bolso son nuestros productos de calidad que mueven a millones de personas, unas por afinidad profesional, otras por el glamur que conlleva la moda, la mayoría por el uso diario y permanente especialmente en la mujer.

No es la primera vez que escribo sobre lo que debiera ser la acuciante preocupación de todos los eldenses: mantener nuestras señas de identidad alrededor de la industria de estos dos complementos.

Mis constantes llamamientos y sugerencias han caído sistemáticamente en saco roto, pero alguien, en algún momento, tendrá que poner orden en esta deriva que conduce a Elda a la inexorable mediocridad e irrelevancia.

Recordar es insistir

Han pasado casi siete años de ideas y propuestas lanzadas desde este mismo blog de Valle de Elda sin que una sola haya tenido repercusión alguna en las personas encargadas de potenciarlas y promoverlas, o al menos discutirlas, ¡nada! Como si las sugerencias de otros no fueran válidas para el bien común de los eldenses, como si esas propuestas no tuviesen más finalidad que ayudar desde el positivismo a que Elda crezca y se afiance. Por lo visto mis ideas no valen, pero ahí están impresas y como un machacón recordatorio de lo que dijimos y cuando lo dijimos quedando para la pequeña historia de nuestra ciudad.

·     La creación de una gran exposición de nuestros zapatos con periodicidad semestral para mantener el mensaje permanente de la calidad del calzado fabricado en Elda.

·      La creación de una sociedad de promoción del calzado entre la Universidad de Alicante y las empresas más importantes, lo que llamamos la Cátedra del Calzado del Medio Vinalopó, para impulsar ideas y proyectos para Elda y Petrer.

·     El registro en la OAMI en la oficina europea de Alicante de “Elda city shoes” o “Zapatos de Elda”, para afianzar nuestra marca. También la Denominación de Origen (D.O.) “Zapatos de Elda” cuando esa denominación salte a los productos industriales (cosa que está a punto de ocurrir y cuya documentación ya está en periodo de aprobación).

·    Volver a consolidar en Elda la desaparecida Asociación de Fabricantes de Calzado de la Comarca, para poder marcar nuestro futuro con ideas y actuaciones propias, o al menos, crear una Cámara del Calzado para lanzar propuestas revitalizadoras para nuestro zapato (como lo ha hecho la vecina Villena recientemente, incluyendo también la marca “Zapatos de Villena” y el resto de las ciudades zapateras de España).  

·       Crear en Elda un bulevar o una avenida con el nombre de “Las Mejores Calzadas de España” y en ella colocar las placas que acreditan tales nombramientos, para sacar el mayor potencial a las ya 20 mujeres que fueron nombradas embajadoras del calzado español, cuestión esta que potenciará una estimable corriente turística.

·         Volver a poner en marcha el Concurso literario sobre calzado femenino Luis García Berlanga, una creación que fue pionera y de ámbito internacional, alumbrada con el único fin de prestigiar nuestro zapato de tacón y de alta gama e incentivar su difusión mundial.

·         Dar a Elda un mayor realce con el zapato femenino de alta calidad. Como propuesta lancé varias ideas: Renombrar algunas calles con nombres asociados al calzado para mujer, instalar mobiliario urbano fijo y relacionado con el calzado femenino y otras ideas que siquiera se han tenido en cuenta.


Este no es el camino

El rechazo del Patronato del Museo del Calzado de una colección de calzado histórico y otra de bolsos antiguos ofrecidas ambas a coste cero, es decir, de forma altruista y gratuita, es un error de libro que será un ejemplo permanente de cómo se pierde un patrimonio en una institución que es del pueblo. Un error, en parte ya irrecuperable, que pesará sobre el prestigio de la institución; el acta pública de aquella reunión será un documento que permanecerá como ejemplo de lo que muchos consideramos una grave afrenta a la cultura y un flaco servicio a la ciudad y al enriquecimiento de nuestros fondos museísticos.

  

    

La disparatada idea de unir todos los muesos de la ciudad y otras exposiciones: Arqueológico, Etnológico, Fallero, Moros y Cristianos, Santos Patronos etc. en un solo edificio y llamarle al conjunto “Museo de la Ciudad” es algo casi berlanguiano, sino fuese por el aprecio y cariño que profesé a mi buen amigo Luís García Berlanga que indudablemente ,de vivir hoy, habría sido motivo de su proverbial sabiduría crítica.  Esto no solo atenta a los fines de nuestra institución zapatera y su desarrollo, sino que puede ser calificado de esperpéntico. Una forma de desviar la atención y las miradas hacia Elda desvirtuando lo que nos hace únicos en el mundo y objeto de admiración, no solo por tener un gran museo sino porque en él se conserva el crisol artístico de los trabajadores de la industria de nuestra ciudad especialmente.

La cultura del zapato y de la marroquinería también es cultura

Y además es la que nos da de comer de forma directa, ¿Cómo se potencia esa cultura? Es obvio volver machaconamente a reivindicarlo:

·         Una de ellas es por medio de la constante publicación de libros, artículos o escritos que “veneren” el calzado de mujer de gama alta, otras publicaciones son siempre bienvenidas, pero las relacionadas con el calzado son fundamentales para crear imagen, mantenerla y consolidarla.

·         Debemos continuar con la realización de obras de arte relacionadas con el calzado y sus oficios, como hicimos en otros tiempos: El Monumento al Zapatero de Silla y Aprendiz; El Monumento a la Aparadora; El Monumento a la Familia Zapatera, son buenos ejemplos, sin olvidar el que se destruyó y jamás se repuso en la Plaza de Sagasta, El Monumento a la Industria del Calzado Eldense.

·         Organizar concursos, exposiciones y redacciones, como ha hecho y hace nuestro museo, para concienciar a los más pequeños en esta industria que hoy es nuestro principal recurso económico y posible creador de empleo.

·         Programar simposios, conferencias o mesas redondas con el fin de potenciar nuestro zapato y, por supuesto, alejarlo de planteamientos políticos que puedan minimizar la participación y presencia de todos los eldenses.

Acabamos de leer las últimas novedades en materia de promoción turística que publica tanto el Eximo. Ayuntamiento como Valle de Elda con video incluido: mochilas, jarras y medallas con la imagen caricaturizada de nuestro Conde más laureado, corbatas con zapatos, pines etc. Eso podrá estar bien, pero ¿de verdad alguien cree que es un incentivo turístico para que sea visitada la ciudad?

Elda es de todos

Y solamente con la noble contribución de todas aquellas personas que deseen trabajar por el bien común de nuestra ciudad, será posible plasmar ideas serias y pragmáticas. El uso exclusivo de las ideas de unos pocos o, en el peor de los casos, auspiciadas por afinidades ideológicas, sin siquiera valorar las de aquellos que no ejercen políticamente y lo hacen buscando el mejor futuro de Elda, nos llevará a un estrecho callejón sin salida que el tiempo y la historia no perdonará, como no perdona actuaciones inútiles que se adoptaron en otros momentos de nuestra historia, desoyendo las alarmas que saltaban como indicadores de que el camino no era el adecuado.

Cualquier persona que lea estos planteamientos podrá sin duda modificarlos o rechazarlos en parte, pero no desoírlos de forma genérica para imponer otros que vayan en direcciones opuestas, lo que nos llevaría a un posible descalabro para Elda y su industria que, dadas las circunstancias actuales, no nos podemos permitir.