
Como comentario adicional debo añadir, que las Ferias del Calzado en Elda han supuesto el punto de inflexión de una ciudad que languidecía con una industria saturada de problemas y sin más futuro que el de cualquier actividad industrial localista y sin apenas proyección. La FICIA, como se le llamó más adelante, supondría un avance económico importantísimo, no solo para Elda y comarca sino que sus beneficios económicos y sociales traspasarían el ámbito internacional. Es un deber moral y una deuda pendiente, que los eldenses debemos saldar con a quellas personas que hicieron posible el florecimiento de la ciudad.
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