domingo, 16 de marzo de 2008

PRESENTACION DEL MUSEO DEL CALZADO EN MÉXICO

CONFERENCIA PARA EL MUSEO DE LA PIEL Y DEL CALZADO DE LEON- MEXICO (Instiuto Tecnológico Monterrey)


Quiero expresar en primer lugar mi mas profundo agradecimiento a los miembros directivos de MUNPIC, por esta gratísima invitación y de esta forma poder transmitir mis experiencias en este proyecto maravilloso que es la creación y puesta en marcha del Museo de la Piel y del Calzado de esta bella ciudad y que sin duda se convertirá en el Museo de referencia del país.

Les agradezco también la asistencia a todos ustedes y espero que mi modesta experiencia sirva para contribuir en ese empuje final que hará posible el Museo de León.

No puedo hablar de la creación del Museo del Calzado de mi país, sin echar la vista atrás y, aunque sea brevemente, dar una ligera pincelada al nacimiento, florecimiento y estado actual de la industria del calzado en España y especialmente en la zona del Medio y Bajo Vinalopó de la provincia de Alicante que es donde se ubica el 75% de la industria de fabricación de calzados de España y un 90% de la industria de calzado de alta calidad.

La industria de fabricación de calzado comienza su andadura en Elda hacia el año 1840 y la ciudad a final del siglo XIX contaba con más de 60 industrias con plantillas de trabajadores que superaban los 500 obreros y producían por fábrica más de mil pares de zapatos diarios de todas las clases, además existían un número indeterminado de talleres de hasta 20 trabajadores. Antes de la guerra civil española de 1.936, la comarca cuenta con dos centenares de empresas de tipo medio y como ejemplo de laboriosidad debo hacer mención a una sociedad cooperativa que se creó en plena guerra civil, entre todas las industrias importantes de la ciudad, para producir zapatos con créditos y estocarlos, esto además de permitir seguir trabajando a los obreros de la comarca, serviría de inyección económica para vender los zapatos estocados tras la contienda.

En el año 1.960, Elda tenía ya más de trescientas empresas de tamaño medio, con un mercado volcado al mercado nacional, es decir, apenas se exportaba y la oferta superaba a la demanda interior, con los problemas de todo tipo que ello conllevaba.

En el año 1.960 se crea la primera Feria del calzado de carácter Nacional y el siguiente año la primera de ámbito Internacional; el sector calzado sale de su penumbra en España y el crecimiento de las ciudades zapateras es vertiginoso; no obstante los periodos de crecimiento van seguidos de crisis, unas veces como consecuencia de la cotización de las monedas más fuertes del mundo, otras por el encarecimiento de las materias primas y también por los momentos de inflación por los que atraviesa el país.

En el año 1.990 y en plena crisis del calzado, la Ferias debido a muchos factores, entre los que no podían faltar las luchas internas entre dirigentes empresariales, salen de Elda para situarse primero en Alicante, cerca del aeropuerto y últimamente en Madrid.

Actualmente la ciudad de Elda que con Petrer forman un mismo núcleo urbano, tienen más de quinientas empresas de fabricación de calzados de tamaño medio y pequeño y más de treinta fábricas de bolsos y marroquinería.

En la década de los años 80, 1.980-1.990, la ciudad de Elda que había sido un punto de obligada referencia en todo el mundo por sus Ferias zapateras, está a punto de perder esa referencia para pasar a ser una ciudad más de las que fabrica calzado, y en menor cantidad que otras como Elche que multiplican por veinte la producción de zapatos realizada en Elda. Por otra parte nuestra ciudad se ha mantenido ajena a la fabricación de otro tipo de zapato que no sea el de mujer en una gama de alta calidad y diseño, con el empleo de materiales también de calidad, es decir, la industria del calzado que se inició con la fabricación de calzados para niño y pasó por la fabricación de calzado para hombre e incluso de mujer en gamas más corrientes, en la última parte del siglo XX ya se había decantado por un tipo de calzado únicamente femenino y de la más alta calidad, así en el 95 % de las empresas de la zona.

La necesidad de crear una imagen tan sólida como la que tenía Elda y su zona de influencia, con las Ferias del Calzado y también la importante apuesta por una cultura que arropase a esa industria que tenía más de 150 años de tradición como industria, nos llevó a pensar que un Museo del Calzado bien estructurado y con múltiples actividades, podía contribuir a difundir en el mundo una imagen de prestigio alrededor de nuestro calzado. Pero quizás estos pensamientos llegaron algo más tarde, lo primero que pensé cuando decidí emprender esta empresa, era la constante labor de investigación que proporciona un Museo como el del Calzado y lo interesante que podía ser para mis alumnos de Tecnología del Calzado y para mí mismo.

El año 1.988, pude decirse que fue el año de la preparación de ese Museo y como en aquellos días no teníamos nada, cualquier cosa que se hiciese por el Museo era mucho, con el tiempo hemos aprendido a ser más selectivos y a tener mayores ambiciones.

Como profesor de un Centro de Enseñanza Secundaria, impartía clases de Tecnología de la Piel a varios grupos con un total aproximado de 100 alumnos, lo primero que puse en práctica fue la ilusión por crear ese Museo, transmití a mis alumnos el entusiasmo en un proyecto que nos llevaría a sentirnos mucho más eficaces y también a realizar unas prácticas muy necesarias para la formación que ellos estaban adquiriendo. Lanzamos una revista escolar que se llamaba XXXX y en ella empezamos a dar cuenta a la opinión pública de las inquietudes y los fines que perseguíamos, a partir de ahí realizamos varios llamamientos a la población para que todo aquel que quisiese colaborar con objetos, zapatos, documentos o máquinas, lo comunicase a un teléfono de contacto; la respuesta fue inmediata, empezaron a llegar zapatos y objetos de todas partes, de dentro y de fuera de la ciudad. A cada pieza que llegaba se le abría una ficha técnica y se le asignaba un equipo de investigación formado por varios alumnos a los que yo mismo tutelaba, la ficha técnica se rellanaba con todos los datos posibles: año, estado en el que se encuentra, empresa a la que perteneció etc., esto en sí mismo era una forma de catalogación.

Al cabo de un tiempo eran varios centenares de objetos los que se estaban almacenando en el Centro, pero todavía no teníamos el proyecto museográfico y los medios económicos necesarios para poder realizar el deseado Museo.

Reuniones con el Ayuntamiento de la ciudad y con una Caja de Ahorros, abocaron a la firma de un convenio de colaboración que daría paso a la creación de una Fundación que se llamaría Fundación Museo del Calzado, sería una Fundación sin ánimo de lucro y privada, ya que aunque interviniera el Ayuntamiento, se pretendía que en ella tuviesen cabida otras empresas e Instituciones e incluso quise que mi nombre, como fundador, apareciese en ella.

Con escasos recursos económicos se adecuaron el comedor y las cocinas, que ya no se utilizaban, de ese Centro Escolar llamado I.F.P. La Torreta y ubicado en Elda, en total cerca de los 800 metros cuadrados. Se emplearon vitrinas y expositores del propio Centro Escolar. Se reverenciaron todas las piezas y se realizó un proyecto Museográfico para ese lugar que, en aquel momento, se creía definitivo.

En Diciembre de 1.992, se inauguró aquel Museo en el Centro escolar, al acto acudieron las primeras autoridades del gobierno autónomo de Valencia, y naturalmente de Elda, además de empresarios del sector. Aquello fue un gran éxito que nos animó a todos y a partir de ese momento la llegada de objetos se multiplicó por diez. Aprovechando la inauguración del Museo se publicó un libro sobre el pasado industrial de Elda y la comarca.

El Museo se hacía cada vez mas pequeño porque el número de objetos aumentaba y la catalogación continuaba, así como las visitas de grupos de todas partes.

Fue en el año 1.995 cuando visitaron el Museo, las autoridades de la Consellería de Industria del gobierno Valenciano y prometieron, dado el sorprendente aumento de fondos, construir un edificio expresamente para Museo del Calzado, con una dotación de tres millones de euros aproximadamente. El edificio se construiría en una parte de los terrenos que ocupó la antigua Feria Internacional del Calzado.

Las obras comenzaron y a finales del año 1.995 tuvimos que abandonar el Centro escolar, antes de que se acabase el nuevo edificio, ello fue debido a que la Consellería de Educación necesitaba los espacios que ocupaba el Museo, para poner en marcha una reforma educativa llamada LOGSE.

Tuvimos que recoger todo el Museo, introducirlo en cajas y paquetes y llevarlo empacado a unos almacenes cedidos por el Ayuntamiento, allí permanecimos casi tres años, pero en todo este tiempo seguimos construyendo Museo, es decir, seguimos recibiendo objetos, catalogando y realizando las actividades que desde 1.992 iniciamos. Estas actividades a las que me refiero eran en concreto exposiciones itinerantes en diferentes lugares de la provincia de Alicante con muestras de nuestros fondos; actos culturales de homenaje a los precursores de la industria o a aquellos que trabajaron en otras épocas; también realizábamos artículos sobre el calzado desde el punto de vista cultural que remitíamos a periódicos o revistas especializadas, con la firma del Museo del Calzado. También continuamos con los Talleres para expertos en zapatos para pies con deformaciones.

Cuando el edificio estuvo acabado, en el año 1.998, se procedió a realizar un estudio Museográfico sobre los nuevos espacios, hay que decir que todo este trabajo que debía ser realizado por expertos en Museología, en esta ocasión lo realizamos nosotros mismos. Pero había otros problemas, no teníamos medios económicos para adquirir vitrinas, expositores, mostradores o instalaciones móviles del Museo. Los Patronos se limitaban a poner mínimas cantidades que apenas servían para pagar los escasos salarios de los dos trabajadores que había en el Museo; yo como Director no cobraba ni cobro del Patronato y me limito a recibir mi salario de profesor, que en aquellos días compatibilizaba con el montaje del Museo, hoy me han dado una Comisión de Servicio al Museo, que acabará el próximo año, por propia voluntad. Pero volviendo a las dotaciones, había que comprar esos muebles y elementos que pudiesen ser dignos contenedores de los zapatos y piezas. Se me ocurrió realizar una campaña entre los industriales y comerciantes del sector que rezaba “PON UNA VITRINA EN TU MUSEO”, con ello se solicitaba 600 € por vitrina y en un panel se colocaría el nombre al que pertenecían las vitrinas del Museo, el asunto funcionó y pronto conseguimos las más de 200 vitrinas necesarias. Quiero volver a resaltar aquí la trascendencia e importancia del mecenazgo de las empresas de la comarca de Elda, gracias a ellos se está realizando muchas actividades.

Queríamos que la inauguración marcase un antes y un después, e invitamos a la Casa Real para que inaugurase el edificio y el Museo, la Infanta de España, Dña. Elena de Borbón, inauguró el día 4 de Febrero de 1.999, el Museo, acompañada del Presidente de la Generalidad Valenciana y varios Consejeros.

Aquellos días fueron extraordinariamente importantes y han dejado una profunda huella en todos nosotros, recibimos el reconocimiento de las mas altas autoridades del Estado Español y pudieron contemplar el trabajo realizado; pero aquello no era más que el principio, había que arropar a ese Museo de una serie de actividades que lo hiciesen verdaderamente útiles para el Sector Zapatero y por ello se pusieron en marcha inmediatamente otras acciones encaminadas a buscar mayor difusión y notoriedad.

El Museo está organizado en cuatro grandes secciones: maquinaria, con una sección muy importante de maquinaria para fabricar la horma y máquinas únicas, adquiridas por un industrial hormero, el más antiguo, Isidro Aguado, que además se hizo cargo de toda esta sección y se le colocó el nombre de “Colección Aguado”, siendo además este señor uno de los mecenas más importantes que tiene el Museo; la sección de colecciones de zapatos, con zapatos antiguos, la historia de la humanidad, zapatos autóctonos y una interesante colección de zapatos con historia que pertenecen o han pertenecido a personajes famosos de la historia de las artes, la literatura o el deporte; aquí se conservan zapatos especiales de los Reyes de España; del Papa Juan XXIII o el zapato joya que lució una actriz mejicana XXXXX, en los Oscar de Hollywood del año 2002; la Sección de zapatos de Concurso y miniaturas, donde están los zapatos de los premios Lápiz de Oro, y en la que se encuentra la Colección Julio Vibot que es un zapatero que tenía una colección museística y la donó al Museo del calzado; la sección de bibliografía con una serie de documentos que encierran información para diseñadores o postgraduados y que son consultados constantemente. El Museo conserva una amplia pinacoteca dedicada al mundo del calzado, en el que se recogen algunas esculturas. También hay una zona de reconocimiento a las personas fallecidas que trabajaron en el sector zapatero y destacaron. Por último se ha confeccionado un Diorama que es una representación de un Taller de los primeros tiempos.

El Premio Periodístico “Luis García Berlanga”, trata de potenciar la escritura sobre el zapato femenino en los más importantes medios de comunicación del mundo, en la prensa escrita. Por ello se premia el mejor trabajo que se haya publicado en otro medio. Ese primer lanzamiento tuvo una espectacular respuesta ya que se presentó el que acababa de ganar el Premio Planeta del año 1.999, Juan Luis de Prada, su participación nos dio un mayor prestigio a ese premio si cabe y a partir de ahí cada año se han premiado trabajos de escritores, casi siempre de reconocido prestigio. Con ello el Museo, el Zapato Femenino y la Ciudad de Elda suenan en prensa escrita y con los actos de entrega de premios se difunde en todos los medios de comunicación. Naturalmente el galardón se arropa de un Jurado de personalidades, en nuestro caso hay un director de cine, el más prestigiosos del país, el director general de cultura del gobierno de Aznar, un familiar de la Casa Real, la Princesa Tessa de Baviera, que es diseñadora y experta en moda del vestir, una escritora de novelas consagrada en España, Lourdes Ventura y un escritor y poeta que está siendo galardonado en todo el mundo.

El Premio a “La Mejor Calzada de España” que es un galardón que un jurado otorga a la mujer que se ha distinguido a lo largo del año por haber calzado con elegancia y haber combinado las prendas de vestir y complementos con el calzado, adeás de mostrar una especial predilección por el zapato. Este galardón y los gastos que ello conlleva también son costeados por una o varias empresas que actúan de esponsor. Los actos de entrega van seguidos de una cena de gala en un restaurante de la localidad con asistencia de autoridades, Patronos, Jurado y sobre todo un nutrido grupo de Empresarios de la localidad, profesionales liberales y una representación de los organismos locales y los Sindicatos. Son eventos que tienen como principal misión, la difusión del calzado fabricado en España como sinónimo de calidad y prestigio. De hecho casi todas las actividades que realizamos tienen esa finalidad, “VENDER NUESTRO ZAPATO Y PRESTIGIARLO”.

Retomamos las clases para los alumnos que debían realizar zapatos para pies con deformaciones y escribí un texto que sirviese de guía, con un programa de materias y un profesor, solicité ayudas a la Consellería de Trabajo y por medio de esta doy esos cursos con otro que era para conocimiento de inglés comercial y productivo. Nuestros alumnos han montado talleres para hacer zapatos a medida, y constantemente nos envían personas para realizar zapatos de pies deformados. Ahora se han creado dos industrias en la zona con gran capacidad para hacer este tipo de zapatos.

A los niños, desde la edad escolar había que potenciar su amor por el calzado, ya que muchos de ellos, con padres y madres trabajando en el sector, desconocían esta industria. Creamos los Premios Calzacuenta y Calzapinta, en todas las edades escolares y buscamos esponsors en librerías y tiendas de bellas artes. Los niños que visitan el Museo realizan con sus profesores un trabajo relacionado con el calzado o lo que han visto y un dibujo también con el mismo tema, lo remiten al Museo y montamos una exposición a final de año otorgando premios consistentes en lotes de libros o de pinturas.

Era fundamental también realizar un homenaje a los trabajadores y empresarios que habían sacrificado sus vidas por esta industria en momentos muy difíciles y para ello creamos la Semana de la Artesanía que consiste en una Semana dedicada a la industria zapatera con exposiciones de artesanos o alegóricas al calzado de diferentes autores y otorgamos unos diplomas a cada uno de los trabajadores que representan los oficios del pasado, además en una cena de gala se les impone a todos ellos la medalla de plata de la Institución. Toda esta actividad cuenta también con la ayuda del empresariado local. Este año pasado por primera vez concedimos diplomas a trabajadores fuera de la provincia de Alicante e incluso vino una persona de Vigevano (Italia), espero que algún día México nos envíe a alguien a quie podamos homenajear en nombre de todos los trabajadores de este país hermano.

En el Museo de Elda contamos con dos espacios destinados a exposiciones temporales y en ellas realizamos de forma contínua, exposiciones de artistas de todo el país que realicen su obra alrededor del calzado; no cobramos nada por los espacios, ni por la difusión y propaganda, además tratamos de que los autores vendan su obra a los empresarios que nos visitan, pero a cambio deben entregarnos una obra que pasará a nuestro patrimonio previamente catalogada.

Tratamos de salir fuera de nuestro Museo, con una serie de exposiciones itinerantes que tratan de llamar la atención de un público al que le es imposible venir a visitarnos, de ahí que realicemos exposiciones en otros lugares de la geografía española, Madrid, Las Palmas de Gran Canaria, Santander, Baleares o Valencia, entre otras ciudades, con exposiciones en lugares emblemáticos como El Palacete de Casa de Vacas en el Retiro de Madrid o en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, entre otros.

Durante dos años consecutivos dimos un premio Nacional de zapato artesano y de perfeccionismo en el aparado.

Vamos a todas las Ferias del Sector en Madrid o Alicante, con montajes espectaculares, donde nos visitan las “Mejores Calzadas” o nuestros amigos famosos, que nos acompañan a los stands de los fabricantes que nos han esponsorizado, allí les obsequian con zapatos de sus marcas. Esto tiene un gran efecto de imagen que beneficia tanto al calzado español como a nuestro Museo.

Una de los mayores logros que ha obtenido este Museo, ha sido la puesta en marcha de un curso en la Universidad de Alicante, dirigido a Postgraduados de las carreras universitarias de Económicas, Empresariales o Ingenierías, aunque hemos tenido matrículas de otras carreras técnicas. Estos cursos tienden a formas a esos futuros profesionales, en la compleja industria de fabricación de calzado y confección en piel. Hemos observado que los profesionales que entran en las Empresas, lo hacen sin ningún conocimiento de esta especialidad y aquí los formamos y, en unas 200 horas aproximadamente, les damos unos conocimientos básicos para que la fábrica no se convierta en un centro de enseñanza y desde el primer día, estos profesionales puedan realizar su trabajo con éxito. La programación y organización de estos cursos la realizó el Museo del Calzado y contrató los profesores expertos necesarios. Este curso se impartió durante cinco años, con éxito y se abandonó por problemas surgidos en la propia universidad.

Tratamos de realizar exposiciones o trabajos en colaboración con otras Instituciones de la ciudad o de la provincia, así colaboramos con un Concurso Internacional de Pintura de pequeño formato, cedemos nuestra sala de exposiciones y nos encargamos de la recepción de las obras, con ello potenciamos el nombre del Museo del Calzado en todos los paises participantes, hay que tener en cuenta que se reciben más de mil obras de todo el mundo. Las fallas de Elda son monumentos de cartón piedra que se levantan y realizan una crítica constructiva de la vida social o económica de la ciudad, nosotros participamos dando un premio al muñeco que se indulte de las llamas, a juicio de un jurado y que verse sobre el calzado. Organizamos exposiciones en nuestra Sala con otras entidades, festeras o religiosas, siempre para tratar de difundir el nombre del Museo del Calzado. Así hemos conseguido que nuestra Institución esté encuadrada entre las entidades culturales de la ciudad no solo por la muestra zapatera, sino también por la cultura en general.

Realizamos entrevistas en todos los medios de comunicación a todos los niveles, prácticamente rara es la semana en que no estamos en prensa provincial o en alguna cadena de televisión. También tratamos que se difunda nuestra imagen a nivel nacional e internacional y prueba de ello es la participación en dos publicaciones de ámbito internacional, una de Planeta d´agostini “Zapatos de Colección” y otra de F&G Editores “Zapatos Joya”, ambas en fascículos semanales en las que la mayor parte de las fotografías y los textos los hemos facilitado desde el Museo. Recientemente el periódico francés “Le Monde”, ha publicado dos páginas a color sobre el Museo y la Industria que nosotros hemos gestionado, o publicaciones en las que se recogen declaraciones de diseñadores u otras personas en las que ensalzan el Museo e incluso lo reconocen como origen de sus profesiones.
Tratamos de incidir en todos los acontecimientos culturales de la ciudad y por supuesto del sector a nivel nacional.

Nuestra relación con otros Museos del mundo es buena y colaboramos en la medida de lo posible, mantenemos información y tratamos de visitar esas muestras para intercambiar experiencias, tanto en Italia, Holanda, Francia o Bélgica. Participamos también con otros Museo de la comarca que no son de calzado, en organizar visitas guiadas.

Con el fin de implicar al mayor número de personas en este proyecto, lanzamos una tarjeta de COLABORADOR DEL MUSEO, que está respaldada por un buen número de comercios de la localidad, estos comercios ofrecen descuentos a todas aquellas personas que presenten el carnet y nosotros cobramos por extender este documento, aunque muy poco, solamente 30 € al año, pero la finalidad más que recaudar fondos, es la de implicar a la población de a pie en este Museo.

Tratamos de festejar de alguna forma los días señalados del sector, como hoy San Crispín y San Crispiniano que en Elda se celebra una romería con una Asociación que se llama Veteranos de San Crispín, que se trata de una asociación deportiva que desde hace más de cuarenta años vienen haciéndose cargo de las imágenes y celebran una Misa en honor de los Santos Patronos y la romería; el Museo no quiere acaparar este protagonismo que llevan ese grupo desde hace años y lo que hacemos es realizar un día de puertas abiertas y sumarnos a los festejos. También el dia Internacional de los Museos solemos hacer día de puertas abiertas y no cobrar la entrada.

El cobro de entradas es algo que tuvimos que implantar y con lo que yo personalmente me opuse mucho tiempo, pero que las circunstancias me obligaron a ello porque el Museo tenía el peligro de convertirse en un refugio de personas de todo tipo para los que el Museo era lo menos importante; sin embargo con cualquier motivo prescindimos del cobro de la entrada.

Actualmente estamos comprometidos con los diseñadores españoles en la creación del Instituto valenciano de la moda y el diseño del calzado y el bolso.

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