Panorámica del edificio del Museo del calzado de Elda
En los últimos dos años no hay
personalidad que visite Elda que no hable de las intenciones de ayudar al Museo
del Calzado como exponente de la industria más representativa de la provincia
de Alicante. Si repasamos la hemerotecas de los diarios de información
provincial y nuestro semanario Valle de
Elda, observaremos que a peticiones del presidente del patronato de la
Fundación Museo del Calzado y alcalde de Elda todos prometen ayudas inmediatas.
Primero fue el presidente del
Generalitat, más tarde el Conseller de Economía, después el rector de la
Universidad de Alicante y esta misma
semana el Conseller de Educación y Cultura. Pero tenemos que afrontar la
realidad y ésta no es otra que las promesas solo duran lo que dura la visita de
quienes las prometen. Nuestro museo que se supone es el "buque
insignia" del sector zapatero. Que no recibe ni un solo euro de los
empresarios del calzado, ni de las asociaciones que representan al sector zapatero. Continúa estando en la
UVI sin que nadie atienda las desesperadas llamadas de auxilio.
El Museo del Calzado con su
presencia en la vida cultural de las ciudades zapateras, representando su
pasado y tratando de marcar un camino de futuro basado en las colecciones de
otras épocas, las memorias de sus industrias y su esplendoroso pasado, da la impresión de ser una institución que
nadie escucha y que casi se le hace un favor al permitírsele hablar de
moda, diseño, calidad.....
Llevamos años tratando de
introducir en la opinión pública las cualidades del zapato de calidad,
potenciando el origen y manteniendo los criterios que avalan ser uno de los
sectores exportadores más importantes de España, también de mostrar al mundo el
origen y zonificación de los zapatos de calidad en este país. Sin embargo hay que "mendigar" para seguir
estando vivos, algo incomprensible que no solo debiera ser el orgullo del
sector zapatero en España, sino que a cualquier llamada de financiación, desde
la administración autonómica hasta de las empresas de la provincia, debiera ser
atendidas con generosidad ya que el prestigio del calzado español no sólo
proviene de las industrias, también de quienes hacen eventos permanentes para
potenciar las cualidades de nuestro
zapato. Pero la realidad es bien distinta, todos coinciden en reconocer su
importancia, pero nadie está dispuesto a
poner los medios económicos, a excepción de las partidas aprobadas por el
Ayuntamiento de Elda que tras un farragoso proceso de aprobación llegan siempre
tarde. Así a la fecha de hoy, al único trabajador que tiene esta Fundación, se
le adeudan más de nueve meses de sueldo,
hay una deuda contraída con la Fundación Paurides que data de hace seis
años y que sigue estando pendiente de resolución, además de una catalogación en
parte perdida y un sistema que la propia Consellería de Cultura lo dejó
obsoleto y que es por el que se supone debe guiar la catalogación actual. Mientras.... palabras y más palabras.
Si el Museo del Calzado es una
Fundación, deben ser los patronos en su conjunto los que estén dispuestos a sufragar sus presupuestos o buscar los medios
para ello y si alguien opina lo contrario o no desea colaborar, con gran dolor
de corazón debe abandonar esta fundación. Si Elda quiere mantener las señas de
identidad a través de su Museo del Calzado, debe seguir aportando los medios
económicos que su presencia en el patronato le exige y reclamar a los demás
patronos las aportaciones que solo pueden ser eximidas a los "patronos
honoríficos". Un patronato está, entre otras cosas, para buscar o aportar
medios económicos y hacer viable los fines de la Fundación. Mientras esto no se
tenga claro, Elda seguirá sufriendo por su museo y este se verá amenazado por las presiones económicas que le impiden
desarrollar sus actividades con normalidad.
* Publicado en Valle de Elda, julio 2017
* Publicado en Valle de Elda, julio 2017
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