A muchos zapateros les sonará
como un recuerdo muy lejano el uso del tirapié, pero lo que estoy completamente
seguro es que la gran mayoría de nuestros jóvenes zapateros, no habrán oído
hablar de este utensilio imprescindible para el montado del calzado.
El tirapié es una correa (a
medida) que se colocaba sobre la rodilla, normalmente la izquierda para los
diestros o la derecha para los zurdos, y que sujetaba la horma del zapato para
poder clavar con comodidad la planta y realizar el montado, pegado o chinchado,
golpeando sobre la parte del muslo más cercana a la rodilla, asentando los
montados, clavando los tacones o colocando la suela, entre otros trabajos. Esa
correa sobre la que ponía el pie el zapatero de silla tenía forma helicoidal,
cerrada por todas sus partes y era muy habitual encontrarla en cualquier
domicilio de los antiguos zapateros. Su longitud estaba ligada a la altura del
individuo que lo manejaba, o mejor dicho a la altura de la pierna del zapatero.
Los había de cuero ( en la mayoría de los casos) pero también se hacía de
cualquier otro material, recuerdo haber visto varios tirapiés hechos con cintas
de las que se emplean para subir las persianas "americanas".
El tirapié era una herramienta entrañable. Con ella se paseaba el
zapatero desde su domicilio hasta la empresa de donde recibía la tarea, también
se utilizaba para sustituir el correazo que algunos padres daban como
simbólicos azotes, a los revoltosos niños cuando hacían una travesura.
No habrá habido en el ámbito
zapatero un utensilio tan nuestro como el tirapié, por ese motivo son muchos
los que hemos utilizado este seudónimo para escribir artículos o comentarios en
prensa o revistas. También cabe recordar que en el año 1928, concretamente el
día 21 de abril, Elda estrenó un nuevo periódico bajo la dirección de Francisco
de Asís Crespo y Guarinos que tenía por título "El Tirapié. Periódico incoloro, inodoro e insípido", así
rezaba su cabecera y del que se publicarían muy pocos ejemplares.
El nombre de "El Tirapié" es tan eldense como la propia
industria del calzado, por eso ha quedado inmortalizado con el nombre de
una de las calles del Polígono Industrial Finca Lacy de Elda.
ûblicado Valle de Elda 11/08/2017
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