En una bella
ciudad situada al sur de Inglaterra se encuentra la ciudad de Street en
Somerset.
En 1825
James Clark creó una zapato de piel de oveja. Es el primer zapato de la
prestigiosa marca Clarks y, de aquel sencillo modelo, llegaron a fabricarse
miles de pares de zapatos. En 1851, los hermanos Clark ganaron dos premios en
la Gran Exposición de la industria Británica.
La empresa C
& J Clark introdujo cambios estructurales y pasa también al campo de la
tecnología. Dicha firma diseña y patenta su propia máquina de coser (las que se
llamaron máquinas de coser 'Crispin') y, en lugar de utilizar trabajadores
externos, comienza la introducción de un sistema de fábrica con condiciones de
trabajo adelantadas a su tiempo.
En 1883, C
& J Clark lanza la gama Hygienic, el primer zapato diseñado para adaptarse
a la forma del pie; Una innovación que sigue siendo la base de la reputación de
Clarks. Mientras desarrolla el lado comercial del negocio, William Stephens
Clark se mantiene fiel a los ideales de sus raíces cuáqueras. Invierte en la
comunidad, cuida a sus trabajadores y les construye viviendas.
El final de
la década de 1940 marca el comienzo de un nuevo período de crecimiento. La
ciudad de Street es demasiado pequeña para satisfacer la demanda, por lo que la
compañía establece 15 nuevas fábricas en pueblos y ciudades cercanas.
Establecen tiendas en los distritos londinenses de Kensington y Richmond y, en
1957, la prestigiosa Regent Street de la capital se convierte en el escenario
de una tienda insignia de Peter Lord. Además, la bota Desert, diseñada por
Nathan Clark, hace su debut en 1950 desencadenando una tendencia que todavía
perdura.
La ciudad de
Street de Somerset sigue siendo la sede de C&J Clark. También es el
escenario de Westway, el centro de distribución masivo y de vanguardia que
sirve a los clientes mayoristas y minoristas de la compañía en todo el mundo.
Con estos
antecedentes se creó en 1951 el museo del calzado con sede en Street, Somerset,
que albergaba más de 1500 zapatos desde la época romana hasta la actualidad. El
museo también contaba la historia de Clarks desde sus inicios a principios del
siglo XIX.
Había cuatro
galerías que muestran el desarrollo de la industria del calzado en la ciudad y
los artículos en exhibición incluyen maquinaria y herramientas para la
fabricación de calzado, materiales publicitarios y cientos de zapatos.
El zapato
más antiguo exhibido es una suela de sandalias para niñas del siglo II y hay
zapatos romanos que se encontraron cerca de Langport. También se exhiben zapatos
medievales de Londres.
Zapatos
georgianos y victorianos hechos de una amplia gama de materiales como satén,
brocado de seda, lino, lana y cuero. También hay hebillas y botas de botones
laterales eduardianos y botas altas de encaje. Además de una selección de
calzado de todo el mundo.
Como uno de
los zapatos más destacados y admirados son los zapatos de boda de la princesa
Diana, junto con una réplica de los zapatos usados por la reina Isabel II
cuando se casó con el príncipe Felipe.
El museo
estaba enclavado en un antiguo caserón donde se iniciaron los primeros trabajos
de la firma. Se quiso mantener su estado y por ello no estaba adaptado para
personas con movilidad reducida, ni siquiera había aseos, aunque en las
proximidades se habilitaron unos pequeños servicios para los visitantes,
naturalmente tampoco existía bar ni restaurante. Se puede afirmar que el museo
de Street era un museo en estado puro, es decir, colocado ahí para remarcar la
antigüedad de la marca que lo mantenía. Entre sus actividades mostraban
exposiciones temporales basadas en la historia de la moda.
El Museo fue
confiado en 2002 a la custodia de Alfred Gillett Trust una Fundación sin ánimo
de lucro con sede en Somerset. Guillett, además de coleccionista inició también
un pequeño museo de geología en la zona, fue un familiar de Glark y el
iniciador de aquel museo del calzado al que dedicó gran parte de su vida,
investigando y recopilando el patrimonio industrial de la ciudad de Street para
que la población pasase a la historia como el más importante exponente de la
fabricación de calzado en Inglaterra.
Actualmente
se conservan más de 100,000 objetos y archivos históricos que abarcan seis
generaciones de la empresa familiar, ayudando a contar la historia del
desarrollo de Street como una aldea de la empresa con casi 200 años de herencia
en la fabricación de calzado.
Las grandes
y variadas colecciones de objetos, libros y archivos proporcionan una rica
fuente de información e inspiración sobre la familia Clark, C & J Clark Ltd
y la historia local de Street.
Se ofrece su
amplia biblioteca para los estudiosos del calzado, realizando múltiples
encuentros, exposiciones y charlas sobre el zapato en general.
Entre los
fines de aquella fundación destaca la de compartir la rica historia de la
industria del calzado de Street, demostrando los principios de administración,
integridad y mentalidad comunitaria, sobre los cuales se fundó la colección, e
inspirando a la próxima generación de creadores, pensadores e innovadores de
calzado, con la idea de inspirar y compartir con el gran público la historia
cultural de la fabricación de calzado. Pero por encima de todo destaca el
mensaje de la calidad de los zapatos fabricados, fomentando el comercio y la
actividad industrial que es la base de la riqueza de la zona.
En el
momento actual se trabaja en bocetos para dotar a este museo de amplios y
nuevos recintos para albergar sus colecciones.
J.M.A.
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