jueves, 7 de noviembre de 2024

Una fecha que puede marcar el destino de una ciudad

 

Indicación Geográfica para el Calzado Artesano

 


El 27 de octubre de 2023 se publicó un nuevo Reglamento de la UE relativo a la protección de las Indicaciones Geográficas de Productos Artesanales e Industriales, que entró en vigor el 16 de noviembre. Los productores y fabricantes podrán presentar solicitudes de protección de IG a partir del 1 de diciembre de 2025.

 

Esta indicación geográfica es, ni más ni menos, la Denominación de Origen que ya tiene los productos agroalimentarios, pero con otro nombre.

 

Un reglamento que será de gran valor

 

En él se contemplan por zonas productos de varios tipos, entre los que se encuentra el calzado que serían protegidos, tanto por las marcas, por el origen, o por las formas de producción en su caso. A partir de 2026, dejarían de existir cualquier derecho nacional sobre esos productos que se cobijarán bajo el paraguas de la UE, a través de los informes de lo que se llama EQUIPO EUROPA, esto significa aunar fuerzas para que la acción exterior conjunta de la UE, sea mucho más que la suma de las partes.

 

Ventajas de tener la indicación geográfica de calzado artesano

 

Para Elda en concreto supone el fortalecimiento de la producción del calzado artesano, lo que no quiere decir en absoluto que sea hecho con las manos como antiguamente, se considera artesano aquel que requiere la intervención humana en aspectos básicos: diseño, algunas fases de acabados, empleo de materias nobles como pieles y que permite la intervención de máquinas para su elaboración más perfeccionada del zapato.

 

Las ventajas que supone esta denominación son la protección de tipo intelectual a partir del diseño; la denominación y la zona en que se fabrica; la competencia de artículos de fuera de la UE, competencia desleal dentro y fuera de la Unión, y en especial ante falsificaciones; también la ayuda y lanzamiento del producto bajo el prestigio de Europa resaltando la excelencia, en el caso del calzado de Elda; también la defensa ante las directrices mundiales que pudieran afectar al medio ambiente; la posibilidad de entrar en programas de ayuda en servicios o productos que eleven la competencia ante otros países fuera de la UE. Y otras muchas prerrogativas que otorga la Unión Europea a sus productos protegidos y por encima de todas esas ventajas, la exclusividad de nuestro calzado y el reconocimiento global.

 

Se trata de un sello de garantía que supondrá un respaldo global a nuestro zapato de mujer hecho en Elda. Supondrá un impulso definitivo para los productores artesanales e industriales.

 

Protege, Diferencia y Promociona

 

Al igual que ocurriera en el caso del sistema de IG de productos agrícolas, los productores artesanales e industriales, podrán utilizar el símbolo oficial de «indicación geográfica protegida» para lanzar un mensaje que el producto cumple el pliego de condiciones del zapato de excelencia.

 

Esto permitirá una mejor visibilidad del origen geográfico y las técnicas de producción del producto. El nuevo Reglamento está especialmente dirigido a los productores de microempresas y las pequeñas y medianas empresas, ofreciendo un incentivo para invertir en nuevos productos, desarrollar competencias tradicionales y atraer el turismo.

 

Pero sobretodo ofrecen garantías a los consumidores de la marca de origen del calzado que están usando.

 

Es importante que los calzados cumplan los siguientes requisitos:

 

El zapato debe ser originario de un lugar, una región o un país específicos, a través de una memoria de su arraigo en el tiempo y su manipulación (esto es vital para la rivalidad que es posible se cree entre zonas o poblaciones dentro de un país de origen).

 

Tener una determinada calidad, reputación u otra característica que debe ser imputable fundamentalmente a su origen geográfico.

 

Paralelamente, el sistema específico incentivaría la inversión en artesanía y mejorará la excelencia de los productos amparados. También, el sistema IG de producción artesana e industrial de calzado, permitiría unos salarios más altos y facilitaría la creación de empleo, los trabajadores jóvenes podrían quedarse en sus ciudades o zonas de origen, en vez de verse abocados a desplazarse a otras zonas por la pérdida de mercado y cierre de industrias.

 

¿Quiénes puede realizar la petición de IG en la UE?

 

Ahí está el kit de la cuestión. Las peticiones las deben realizar las asociaciones sectoriales legalmente constituidas, (exclusivamente), pero en Elda no existe la asociación de empresarios de calzado y mucho menos la de artesanos asociados. Aquí se crearía el primer escollo, el reglamento prevé la posibilidad de admitir solicitudes de agrupaciones en fases avanzadas de aprobación.

 

El caso de Elda se puede demostrar sobradamente con argumentos contrastados y fiables. Pero ¿Quiénes tienen que mover la agrupación de empresarios? A mi juicio debe nacer de la misma población que pretende esa identificación y a falta de una asociación local que aglutine, debieran ser los representantes municipales quienes podrían integrar a la mayor parte de empresas en una agrupación a los efectos que indica el Reglamento y respaldar la solicitud para su término municipal o términos limítrofes, con una amplia exposición de hechos para este tipo de IG de productos artesanos y empresas que realicen un calzado de alta calidad y en cuyo proceso intervengan alguna de las fases de la artesanía. Aunque nuestro Ayuntamiento no pueda por sí solicitar la inscripción y, mucho menos, influir en su resolución, la ayuda corporativa y la fuerza municipal es un aval de gran valor para la convicción del grupo que se cree.

 

La forma más rápida y sencilla seria registrar una asociación de empresarios de calzado artesano de gama alta y máxima calidad en Elda. Demostrando y fundamentando en una amplia memoria su largo proceso de transformación a la industria actual para calzado de mujer de alta gama, con todas las referencias posibles para descartar otras opciones que no tengan el recorrido artesanal que tiene nuestra ciudad, con eso creo que no debería existir competencia en el ámbito nacional para ostentar la Indicación Geográfica Artesana tanto en calzado par mujer como industrias protegidas.

 

Se trata de convencer, con datos fiables y memorias elaboradas, a quienes tienen la facultad de conceder la identificación geográfica, que no es otro que el EQUIPO, ese órgano ejecutivo de valoración que dispone la Unión Europa y de la que no depende ningún país concreto, es decir, actuarían a la vista de los que seamos capaces de transmitir, con referencias, publicaciones, documentos etc. para dar más credibilidad a Elda que, en el campo de la artesanía zapatera, se ha actuado como pioneros y con la seguridad que no habrá nadie que se asemeje a su pasado artesano brillante.

 

La identificación geográfica (IG) es vital para la economía eldense.

 

No podemos quedarnos fuera.

sábado, 26 de octubre de 2024

Mis sueños de zapatero, del “velador” a la “estola de San Crispín”


Hoy, querido lector del blog de calzado, lo abrimos con un recuerdo a los pioneros, a aquellos zapateros que fueron nuestros héroes de leyenda, los que en tiempos fueron los que guiaron a nuestro pueblo a asentar las bases de un zapato joya que nadie como los eldenses eran capaces de saber interpretar en sus medidas, en sus hechuras y en su disciplinada forma de acabados. Y lo hacemos con los instrumentos de los que se valieron aquellos magníficos “inventores” que se aliaban en una simbiosis perfecta entre sus manos y las herramientas que empleaban para asombrar a propios y extraños, los zapatos salidos de aquellas manos callosas y desgastadas por el esfuerzo, eran sencillamente perfectos.

Un día pasé por una calle de la Barcelona antigua, cerca del barrio gótico, muy próximo al museo del calzado antiguo de aquella gran ciudad y ahora tristemente cerrado, y tropecé con un escaparate casi decrépito que daba acceso a una pequeña zapatería artesana, me paré para observar algunos zapatos junto a herramientas tradicionales, de pronto se abrió la puerta y un anciano me invitó a pasar, acepté con gusto porque en realidad era lo que deseaba.

-Pase y siéntese junto al “velador”– aquellas palabras denotaban que aquel hombre era un antiguo experto en el oficio, con la palabra velador se estaba refiriendo a una pequeña mesilla de zapatero con los compartimentos propios del oficio, ya vieja y desvencijada. Me senté e iniciamos la conversación sobre el oficio y lo que representaba para ambos, en mi caso le dije que trataba de enseñar las técnicas zapateras en un instituto de Formación Profesional él, sin embargo, era también un profesor sin cátedra, es decir, uno de los tantos zapateros de silla que hubo en tiempos en la Ciudad Condal y que transmitían el oficio de otros que a su vez se lo habían enseñado a ellos.

Diego, era el nombre con el que se presentó, me explicaba que el velador o mesilla de zapatero, recibía ese nombre para identificar las largas noches de vela en las que el zapatero realizaba para completar los encargos.

Me introdujo en un mundo que yo ya imaginaba, me mostró utensilios que había explicado en alguno de mis libros de tecnología, pero que no tuve la oportunidad de conocerlos físicamente dada la antigüedad y que aquel hombre todavía los empleaba.

Repasamos las clases de leznas que utilizaba y me mostró una de las más antiguas, el “asador”, llamado así por el parecido a un asador de cocina: el de comba; el cuadrado y el de estrella, en todos los casos me explicó cómo se manejaban y con el paso de los minutos sus emociones iban subiendo de todo, también me contagiaba con aquellas experiencias.

Rodeado de cuchillas, tijeras, tenazas, tirapiés de varios tamaños y martillos, abrió un pequeño armario para mostrarme lo que él consideraba como su pequeño tesoro, se trataba de una “estola de San Crispín”.

Por mis escritos sabía que en el siglo XIX había sido un utensilio muy elaborado por el zapatero, hecho de madera de olivo, pero sinceramente nunca pensé tener una entre mis manos. - ¿Cómo conserva usted este moldeador?- le pregunté con sorpresa y admiración.

-Este pequeño trozo de madera lo heredé de mi difunto padre cuando yo todavía era un niño- esa fue la respuesta de aquel nonagenario que había empezado el oficio en aquel siglo en el que la artesanía lo era todo en lo que respecta al calzado. La estola de San Crispín es un trozo de madera cuadrangular y pulido que se empleaba para moldear las cañas de las botas o botines a falta de las moldeadoras modernas que llegaron años después.

Nuestra conversación trascurrió entre risas y nostálgicas tristezas, en algunos momentos incluso las lágrimas se asomaron a los ojos de aquel anciano y me contagió sus mismos sentimientos. Me mostró cerdas de jabalí, trozos de pez o cerote para empegado, y aprendí cosas que incluso yo desconocía, “el tajo”, como se llamaba a un trozo de madera de diferentes tamaños, cóncavo o convexo para dar formas y que por desuso apenas llegaron a los albores del siglo XX; las colecciones de “patas de cabra” y las bisagras o bisagres con los que se pulían los cantos y los pisos, pero hizo especial hincapié en uno de ellos, “el machote” que con forma de mazo era el hierro más robusto de todos los que componían el ajuar de aquel viejo zapatero.

Tras casi dos horas de conversación nos separamos como si hubiésemos sido amigos de toda la vida, esa amistad nacida en una improvisada charla me supuso mucho más de lo que yo hubiese podido soñar, aquel humilde personaje era más que un maestro, sin atisbo de vanidades, sin pretensiones mundanas más que el sentir un oficio que le había colmado de satisfacciones. Un zapatero que, en ese hombre anónimo, encerraba todas las virtudes que otros de su mismo oficio, han inspirado a nuestro pueblo de Elda en la dignidad y el honor para alcanzar un grado mucho más elevado que el de un simple trabajador.

miércoles, 23 de octubre de 2024

De la horma al cielo: Santos Crispín y Crispiniano. Historia y leyenda.

 

 

Retablo actual del altar del conocido paso de “La Borriquita”, en la iglesia de El Salvador de Sevilla donde lo coronan las figuras de los santos Crispín y Crispiniano.

El día 25 de octubre celebramos en toda la cristiandad, el día de la exaltación de los santos patronos de los oficios de zapatero y por ende de los trabajadores del sector del calzado.

Un poco de historia

La historia de los santos patronos de los zapateros está rodeada de una parte menos histórica y más de leyenda, al menos para aquellos que son más escépticos que, en este tercer milenio, no acaban de comprender los milagros que rodean a aquellos dos jóvenes quienes, en el lejano año 285 de nuestra era, sufrieron al martirio por su fe cristiana y, en aquel padecimiento, quizá gira parte de una leyenda aunque, para las personas de fe pudieron ser ciertas.

Casi todos los autores coinciden en la santidad de ambos zapateros y de la espantosa muerte tras el suplicio que padecieron en Soissons, Francia, donde huyeron según la tradición y durante la Gran Persecución de Diocleciano a finales del siglo III. Las inverisimilitudes de los padecimientos pudieran ser hechos, o sobrenaturales, o realmente milagrosos, ya que por la razón es complicada su aceptación.

En aquel pequeño pueblo de las Galias, que por entonces pertenecía al Imperio Romano, los hermanos se dedicaron a evangelizar a la población, pero para poder sustentarse tan alejados de su lugar de nacimiento, se dedicaban a hacer zapatos, un oficio que también según la tradición, dominaban a la perfección.

Lo que se conocía por la Galia en territorio hoy francés, estaba gobernada por Recio Varo quien ostentaba el poder del emperador romano, o mejor dicho los emperadores, porque en aquellos tiempos había dos emperadores que actuaban en Roma, uno, Diocleciano, como senior, y Marco Aurelio Valerio Maximiano, llamado Hercúleo, que era el emperador guerrero que controlaba las fronteras, éste ordenó el apresamiento de Crispín y Crispiniano, los  hizo azotar y clavar a postes por los pies y las manos; sin embargo, unos ángeles vinieron y los curaron, más tarde fueron arrojados al río, pero sobrevivieron, otras leyenda nos hablan de que fueron arrojados a calderas de agua hirviendo y resultaron ilesos. Finalmente fueron decapitados.

Los ejemplos de los zapateros perduran en el mundo

Especialmente en la Edad Media, los gremios de zapateros en Europa tenían a Crispín y Crispiniano como ejemplo de laboriosidad en el oficio y defensa de la fe ante el martirio que buscaba la retractación.

En otros trabajos hemos hablado ampliamente de estos santos zapateros, pero hoy vamos a hablar de la presencia en nuestras iglesias. En algunos templos católicos que visito en alguno de mis viajes, la permanente presencia de Crispín y Crispiniano sobrepasa lo que en un principio pensé estaba circunscrito solamente a las zonas de tradición zapatera. Sin embargo, al ser los patronos de los zapateros y del oficio, en muchas iglesias y catedrales hay altares expresamente dedicados a su memoria y veneración.

Hace unos días, en Sevilla, estuve conversando con un viejo zapatero que me recordaba algo que conocía a medias, y aquel hombre me completó la información.

La Cofradía de San Crispín y San Crispiniano

La Hermandad de San Crispín y San Crispiano en Sevilla data de 1515, y fue un gremio de los zapateros de la ciudad, la cual tuvo su sede en la segunda Iglesia más importante después de la Catedral, la Iglesia Colegial de El Salvador.

Los zapateros tuvieron un retablo en una de las naves laterales de El Salvador, pero después de la construcción del edificio, en 1712, los hermanos zapateros de la cofradía decidieron construir un nuevo retablo para dar más relevancia a los patronos mártires.

Hoy el retablo se conserva en la cabecera de la nave de la Epístola de la citada Iglesia, aunque la hermandad quedó extinguida en el siglo XIX.

El gremio de los Hermanos de San Crispín y San Crispiniano de Sevilla llegó a tener hasta 348 hermanos miembros de la cofradía, lo que nos da idea de la importancia de una cofradía de zapateros y curtidores que era la más poderosa de la ciudad del Guadalquivir.

Los altares de santos zapateros se repiten en cientos de pueblos en todo el mundo pero, sin salir de nuestras fronteras, es muy llamativo observar como en Andalucía, en Castilla, en Cataluña etc., hubo gremios o cofradías dedicadas a socorrer, entre otras, a los zapateros o sus familiares en momentos de apuro o necesidad. Una labor humanitaria y asistencial que dice mucho de la merecida fama de este oficio.

sábado, 7 de septiembre de 2024

65 años de un sueño que se hizo realidad

                                 

Preparando el cartel anunciador que se instalaría sobre la puerta del Colegio Público Padre Manjón

 En 1959, Elda despertó y se preparó para realizar una “arriesgada” operación para incentivar la actividad zapatera en la zona algo que, años antes y, de forma casi en voz baja, se comentaba en determinados círculos empresariales de la ciudad, pero que nadie se atrevía a poner en marcha, entre otras, por el posible riesgo de fracaso que pudiera conllevar.

 Cuando Oscar Santos en su célebre proclama ¿Elda capital del calzado español? publicada el 22 de diciembre de 1956 por este semanario, en el que a través de sus páginas seguimos la información local, levantó los ánimos de muchas personas y motivó al Ayuntamiento de Elda que presidía Antonio Porta Vera, a apostar, con evidentes peligros de fracaso, la fórmula de exponer sus zapatos en una sala improvisada en la Escuelas Nacionales de Padre Manjón.

                  Aspecto que ofrecían las fachadas de las Escuelas Nuevas en 1959

 Fue precisamente uno de los concejales de la corporación, Roque Calpena, concejal de fiestas en aquel año, el que asumió el riesgo de un posible fracaso y se lanzó a materializar esa gran idea.

 Un Ayuntamiento arriesgó y salió victorioso

La mayor parte de los ciudadanos de Elda acogieron con satisfacción el anuncio de un primer Certamen – Exposición que debía celebrarse coincidiendo con las fiestas patronales, es decir, hace exactamente 65 años, la idea era buena en sí misma y nada se perdía con probar, estaba muy claro que el protagonismo se le dio al emprendedor de la época, y fue muy gratificante porque no solo se expondrían zapatos, sino también serían premiados los trabajadores que realizasen un destacado diseño, o un perfecto aparado o el grupo de zapateros que consiguiesen una obra rondando la perfección, por ello la concurrencia local fue masiva y aquella experiencia, exclusivamente localista, demostró ante la opinión pública que Eda era una población de artistas zapateros, cosa que ya se sabía.


El gobernador civil de Alicante, Miguel Moscardó, cortando la cinta de entrada a la primera planta de las escuelas convertidas en improvisado certamen. En la imagen, el gobernador, entre el alcalde Antonio Porta y Vicente Martínez Pons, concejal; se puede ver parte de la cabeza del concejal de fiestas Roque Calpena, en segundo término y, en el centro de la imagen, al fondo, se aprecia el rostro de José María Gran Diez, presidente del Sindicato Nacional de la Piel y uno de los promotores de “Elda Exportadora” que fuera también su primer presidente. Entre los invitados, que no los captó la imagen fotográfica, se encontraba el artista Gastón Castelló y otras autoridades y profesionales. 

Antes de celebrar el “Primer Certamen Concurso – Exposición de zapatos de Elda”, estaba claro que no era una llamada siquiera provincial y mucho menos nacional, lo más importante era remarcar nuestra vocación zapatera y dejar constancia de la calidad de los zapatos fabricados en la ciudad.

Casi todo fueron elogios “a priori”, pocas personas ponían en duda que pudiesen extraerse buenos resultados de esta primera muestra, pero el Ayuntamiento de la ciudad y muchos otros, pensaron que algo había que intentar ante la desgarradora situación del empleo y el estancamiento de la economía local. Mucho trabajo complejo y muchas horas en las fábricas para poder hacer los pocos zapatos que el capricho del mercado nacional encargaba a las empresas de Elda.

En aquellos años, como ahora, la debilidad del sector con una asociación de fabricantes incapaz de luchar con ideas innovadoras y que pusiese esfuerzo y dinero, estaban anclados en una situación sin futuro. Por eso tuvo que ser el municipio, sus autoridades, las que tirasen del sector y asumiesen un protagonismo que sobre el papel se le supone debieran ser de los empresarios que, naturalmente, se sumaron inmediatamente al esfuerzo municipal y aportaron ideas y medios.

 Elogios y rechazos

Con anterioridad a la celebración del 65º aniversario de aquella primera muestra local; las noticias corrían y hubo muchas adhesiones, también elogios de casi todo el mundo zapatero se fueron uniendo entidades, personas de todo tipo y naturalmente empresarios, algunos muy representativos en el ámbito local, pero otros totalmente desconocidos que hacían zapatos donde podían y sin apenas medios. Y hubo incluso algunos que plantearon un rechazo total. Eran algunas personas anónimas que escribían rechazando la idea por ineficaz, pero otros, eran empresarios locales que se oponían a desvelar públicamente el contenido de sus muestrarios de temporada para evitar que fuesen copiados.

Cuando llegó septiembre, las aulas de Padre Manjón convertidas en salas de exposiciones, recibieron entre 40 y 50 mil personas y lo mejor sería los elogios de los medios de comunicación provinciales y nacionales que, haciéndose eco de aquellas presentaciones, colocaron a nuestra ciudad en lo más alto, con artículos y comentarios alabando la mano de obra zapatera que era capaz de crear arte aplicada a los zapatos.  

Elda cambió la faz y el “milagro económico” del sector zapatero empezó a caminar como ejemplo del empeño ante la pasividad.

El día 6 de septiembre de 1959 debe quedar en la memoria de todos.

 



miércoles, 4 de septiembre de 2024

No es suficiente con el bulevar de la “Mujer Mejor Calzada de España”

 

No es suficiente con el bulevar de la “Mujer Mejor Calzada de España”

 

 Concha Velasco “Mujer Mejor Calzada” año 2000

 La industria del calzado de la ciudad de Elda, zona zapatera del Medio Vinalopó, de la que nuestro pueblo sigue ostentando la capitalidad, no puede ni debe conformarse a unas hormas coloreadas esparcidas en sus calles céntricas o un bulevar con placas de metal o cerámica y los nombres de cada una de las que se les otorgó el premio a la “Mejor Calzada”.

 

El bulevar no es más que una parte del todo

 

El compromiso con la industria del calzado para mujer de alta gama no puede quedar anclado a un par de gestos por llamativos que sean.

 

Cuando se propuso que el Ayuntamiento crease esa calle, bulevar o avenida con el nombre de “Mujeres Mejor Calzadas de España”, también se acompañó de una serie de medidas sin las cuales apenas habremos avanzado en el camino de mayor difusión del zapato fabricado en nuestra ciudad.

 

Hay que echar el resto

 

Si se ha acordado conceder a una calle el privilegio de prestigiar el zapato de calidad y alta gama con los nombres de personas, casi todas vinculadas a la moda, y enlazar otras calles de la zona bajo el mismo paraguas, y lo hace el Ayuntamiento, ese camino debe completarse con las otras medidas que deben “rematar la jugada”.

 

Hay muchas otras formas para tratar de mantener el prestigio del zapato eldense, y esas otras maneras de hacer complementarían lo que ya se ha iniciado. Es algo tan lógico que algunas ciudades lo comprendieron y lo pusieron en práctica.

 

Las Ferias Nacionales de Calzado no acaban de arrancar

 

Son muchos años ya en los que las exposiciones de calzado no encuentran los apoyos necesarios para mover al sector zapatero nacional, incluso IFEMA tuvo años en blanco dada la poca asistencia de colecciones de fabricantes españoles a sus ferias. Sin embargo, hay otra forma de hacer, hay más plataformas para incentivar al industrial zapatero y, a la vez, mantener el pulso de nuestra ciudad frente a la competencia nacional por el prestigio del zapato de mujer de alta gama. Debemos tratar de mantener los parámetros que nos dieron la fama y el respeto en la fabricación de este tipo de calzado.

 

Un Certamen - Exposición

 

Hoy nos hemos enterado por la prestigiosa “Revista del Calzado” que se publica para todo el sector zapatero, que a través de la Asociación de Comerciantes de la capital de España, celebrará su ya tradicional Certamen de Calzado de Niño, que  viene realizando dos veces al año y durante tres días para incentivar el comercio de este tipo de zapato en Madrid.

 

Excalpa, como así se llama esa asociación madrileña, ha comprendido perfectamente que no hay mejor promoción de zapato que una buena exposición de tendencias para cada temporada.

 

Pero hay más, cada pueblo zapatero trata con sus propios recursos mantener sus señas que lo han identificado como fabricantes de un determinado tipo de calzado, son los casos de Brea de Aragón; de Arnedo en la Rioja; de Baleares, especialmente en Mallorca o Menorca; Barcelona con su prestigiosa “Estil & Moda”; Valverde del Camino o la muestra anual de calzado de yute que promociona el Ayuntamiento y las industrias de Caravaca de la Cruz, entre otras.

      

   Carteles de los certámenes de calzado de niño en Madrid y la Expo en Brea


           

         Concurso Nacional y promoción de su cazado en Valverde del Camino

                                                         

          Feria de la “sa sabata” en Lloseta-Mallorca. Feria taurina en Arnedo asociada al zapato

 

También en Barcelona y otras importantes capitaes se celebran anualmente exposiciones o certámenes de calzado, donde se exhiben junto al calzado, otros productos de marroquinería.

 

  //                                                        

    Exposición más importante de Barcelona de calzados   Calzado de yute de Caravaca


lunes, 22 de julio de 2024

 

 

                        

                          




¿Desde cuándo Elda despuntó en el zapato de mujer de alta gama?

 

Es cierto que la frase “Elda, París y Londres”, tiene su origen en el reconocimiento internacional que en 1902 recibieron los zapatos diseñados y fabricados en nuestra ciudad por la empresa de Romero Utrilles. Pero eso no significaba que en Elda el zapato para mujer fuese el más fabricado, ni siquiera el más valorado en aquellos primeros años.

 

El zapato para mujer

 

La industria de final del siglo XIX y hasta la mitad del siglo XX estaba dedicada, en su mayor parte, a la fabricación en serie de zapatos para todas las edades y calzaduras, desde el zapato de niño, que quizá era predominante en los albores de la actividad zapatera, pasando por zapato para colegial, caballero y señora. Las grandes empresas Vera Hermanos; Rafael Romero Utrilles; Silvestre Hernandez; Eugenio H. Browne; Rodolfo Guarinos; Casto Peláez; Luvi en Petrer y muchos otros, mezclaban las distintas modalidades e incluso las diferentes fabricaciones para atender todas necesidades de la población.

 

Arte y diseño

 

La destreza en el oficio, el arte y el diseño de los muchos trabajadores de la industria del calzado desde sus inicios, fue decantándose a la especialidad del zapato de mujer y, dentro de ese tipo, a especialidades hechas siempre en piel con profusión de adornos, plisados, bordados y otros artísticos trabajos que dieron la fama y el prestigio que Elda y su industria buscaba y encontró.

 

El internacional reconocimiento al zapato de señora llegó antes incluso que la creación de las Ferias del Calzado.

 

A la cabeza del zapato para señora en España

 

Así se reconocía que en abril de 1958 a través de la revista “Elda Creadora” y publicada en mayo de aquel año, evidenciando que el zapato para mujer de alta gama se fabricaba en Elda, alcanzando el 47% del total de la industria del calzado, y ocupaba una gran parte del sector comercial en España para zapato de mujer de alta gama.

 

A Elda, le seguía Elche con un 29% del total; Petrer con un 11%; el 13% restantes se distribuirían entre otras ciudades como Cocentaina, Monóvar o Sax, en lo que respecta a la zona de la provincia de Alicante.

 

La hegemónica situación de la ciudad de Elda

 

Como ciudad más destacada en el conjunto de zonas zapateras, Elda, era con mucho la más admirada por su trabajada fabricación y estaba en condiciones idóneas para liderar cualquier iniciativa a convertir la industria zapatera de la Comunidad Valenciana en un centro exportador que ofreciese, junto con la eficacia de sus especializados obreros, las mayores expectativas de éxito en lo que al zapato de alta moda se refiere.

 

Motivaciones para los eldenses

 

No cabe la menor duda que nuestra industria del calzado debe servir como un claro motivo de orgullo para todos los eldenses, extensivo a los habitantes de la comarca del Medio Vinalopó. Los más jóvenes, aquellos que no han vivido nuestro fulgurante renacer como industria del calzado y los que no han conocido los momentos más álgidos y brillantes de nuestro devenir como ciudad industrial del calzado de calidad, sin apenas parangón en el complejo entramado de la fabricación de calzados en nuestro país, deben conocer y no olvidar que todo aquello se debió a un esfuerzo colectivo en el que hombres y mujeres se sacrificaron por el progreso de nuestra ciudad y, cuando se cuenta con esos avales, cualquier situación por mala que nos parezca puede revertirse, pero hace falta que los empresarios se unan como lo hicieron sus predecesores, y los trabajadores defiendan su arte poniendo los mayores empeños para alcanzar objetivos por inalcanzables que parezcan.    

domingo, 14 de julio de 2024

El sector zapatero tuvo oportunidad de diversificar su industria en 1984

 

Elda tuvo oportunidad de diversificar su industria en 1984

Diversificar un sector prioritario en ciudades eminentementes zapateras como Elda, Petrer e incluso Elche o Villena, no es nada sencillo y menos con la sola voluntad de la iniciativa privada. Pero en el otoño de 1984 el sector zapatero español tuvo un decidido apoyo de casi todas las asociaciones del sector de la industria del calzado.

La crisis de 1980 afectó a nuestras exportaciones

La actividad zapatera de España, y en especial de la zona del Medio Vinalopó, empezó a notar los primeros síntomas de parálisis tras el despegue producido en la década de los años 60 y 70. Los años 80 se caracterizaron por la reconversión industrial del calzado.

Las fábricas frenaron su actividad y algunas tuvieron que afrontar cierres traumáticos. En el sector zapatero cundió el pánico y las cosas se tornaron más preocupantes; algunos dejes de cuenta debido a confianzas en multinacionales que operaban en nuestra comarca dieron lugar a momentos muy dramáticos tanto en la industria del calzado como en las afines.

Fuerte demanda de maquinaria moderna

La tecnología punta que se necesitaba para poder competir con otros países de Europa no se fabricaba en España y la importación gravaba aranceles que las encarecían.

Las muchas empresas españolas de fabricación de maquinaria para la industria del calzado, no ofrecían máquinas que nos desvinculasen de la creciente importación de tecnología de mayor calado con sistemas avanzados en la época.

No solo el sector zapatero y afines sentían la preocupación del momento, también otros, entre los que me encuentro, no comprendíamos cómo la “investigación” en España estaba tan retrasada como la de otros países de nuestro entorno.

Las experiencias de algunos fabricantes de calzado en Italia, que habían sufrido los muchos avatares por los que ahora España se veía inmersa y encontramos una posible respuesta, en Vigevano habían “Reinventado su industria de maquinaria para el calzado”. Para nosotros también era necesario reinventarnos y al mismo tiempo que la actividad zapatera decreciese, aumentar una dormida actividad industrial para fabricar máquinas de hacer zapatos.

Plan de Investigación de maquinaria de “Bajo Coste”

Ese es el nombre bajo el que escribí un amplio dosier que recogía los fundamentos para diversificar la industria del calzado y reconvertir la mano de obra del proceso de fabricación del calzado, al proceso de fabricación de maquinaria que, comparativamente con cualquier otra industria del momento, le llamé de “Bajo coste”, por la pequeña inversión comparativamente que requería.

Consistía en un proyecto para adquirir máquinas de alta tecnología de aquellos años, estudiarlas detenidamente en sus partes más complejas, y proponer mejoras en prototipos que tuviesen patente española y lanzarlas al mercado nacional e internacional.

Compromisos para poder llevar el plan a feliz término

Naturalmente lo primero era eliminar aranceles de los componentes que nuestra industria necesitase para aplicarlos a sus nuevas máquinas, al menos en primera instancia, más adelante serían componentes para fabricar en Elda, Elche u otras ciudades que eran y son zapateras y que se nutrirían de sus propios sistemas.

La Administración debía facilitar un porcentaje de los medios económicos para la fabricación de al menos tres prototipos por máquina a “investigar”.

Por parte del fabricante de maquinaria el compromiso que adquiría era ultimar la puesta en marcha de los nuevos prototipos e iniciar su comercialización, con un simple aval al Instituto de Crédito Oficial ICO.

Todo el sector zapatero y económico mostró su apoyo

Ciento de personas reunidas en la Cámara de Comercio de Alicante con industriales de maquinaria, zapatos y componentes, dieron su visto bueno tras escuchar mi exposición.

El compromiso debía ser firmado antes de iniciar el proceso y acudir al Gobierno Central y Autonómico en busca de ayuda. Y ese compromiso se logró con decenas de certificados que firmaron entidades Financieras (Banco de Alicante y CAPA); Ayuntamientos; FICE; AMECA (Agrupación de fabricantes de maquinaria Española para el Calzado); Asociación de Empresarios del Calzado de Elda y Petrer, Centros de Formación Profesional (que tendrían que jugar un importante papel en este proceso), entre otras asociaciones de las que conservo los certificados firmados por sus respectivos presidentes o representantes.

En noviembre de 1988 se celebró la Conferencia Europea sobre Formación Profesional y presenté y defendí una ponencia que recibió el respaldo del Comité Científico, pero las puertas de la política seguían cerradas y a pesar de la ilusión, el empeño y los apoyos, más las escandalosas cifras de más del 95% de máquinas importadas, aquel proyecto quedó en el olvido.

¿Que podría haber ocurrido de haberse puesto en marcha aquel sencillo plan?

Si aquel proyecto se hubiese estimado y las diferentes Administraciones del Estado, ante el clamor de los pueblos zapateros y de forma muy especial el sector de fabricantes de maquinaria para el calzado de España, se habría podido crear una industria alternativa de fabricación de maquinaria que, al fin de cuentas, era afín al calzado, pero con una salvedad, los países emergentes de América y de África estaban también empezando a industrializar sus mercados zapateros y nuestro país podría haber ocupado una posición de privilegio.

No sabemos lo que nos hubiera deparado el futuro, pero el ejemplo de un empeño puede servir hoy para darnos cuenta de que salir de una situación con escasas posibilidades de futuro, no es cosa solamente de los industriales, también otros podemos aportar soluciones y luchar por ellas, cuanto menos los políticos que tienen una obligación emanada de las urnas para hacer próspera a la ciudad o ciudades que gobiernan.

“Poder hacer, es creer que se hará” y con la sencilla explicación del “Plan de maquinaria de bajo coste”, queda claro que no todo depende de los empresarios, a buen entendedor le bastan pocas palabras.