El calzado y el bolso son nuestros productos de calidad que mueven a millones de personas, unas por afinidad profesional, otras por el glamur que conlleva la moda, la mayoría por el uso diario y permanente especialmente en la mujer.
No es la primera vez que escribo
sobre lo que debiera ser la acuciante preocupación de todos los eldenses: mantener
nuestras señas de identidad alrededor de la industria de estos dos complementos.
Mis constantes llamamientos y
sugerencias han caído sistemáticamente en saco roto, pero alguien, en algún
momento, tendrá que poner orden en esta deriva que conduce a Elda a la
inexorable mediocridad e irrelevancia.
Recordar es insistir
Han pasado casi siete años de ideas y
propuestas lanzadas desde este mismo blog de Valle de Elda sin que una
sola haya tenido repercusión alguna en las personas encargadas de potenciarlas
y promoverlas, o al menos discutirlas, ¡nada! Como si las sugerencias de otros
no fueran válidas para el bien común de los eldenses, como si esas propuestas
no tuviesen más finalidad que ayudar desde el positivismo a que Elda crezca y
se afiance. Por lo visto mis ideas no valen, pero ahí están impresas y como un
machacón recordatorio de lo que dijimos y cuando lo dijimos quedando para la
pequeña historia de nuestra ciudad.
· La
creación de una gran exposición de nuestros zapatos con periodicidad
semestral para mantener el mensaje permanente de la calidad del calzado
fabricado en Elda.
· La
creación de una sociedad de promoción del calzado entre la Universidad de
Alicante y las empresas más importantes, lo que llamamos la Cátedra del
Calzado del Medio Vinalopó, para impulsar ideas y proyectos para Elda y
Petrer.
· El
registro en la OAMI en la oficina europea de Alicante de “Elda city shoes”
o “Zapatos de Elda”, para afianzar nuestra marca. También la
Denominación de Origen (D.O.) “Zapatos de Elda” cuando esa denominación
salte a los productos industriales (cosa que está a punto de ocurrir y cuya
documentación ya está en periodo de aprobación).
· Volver
a consolidar en Elda la desaparecida Asociación de Fabricantes de Calzado de
la Comarca, para poder marcar nuestro futuro con ideas y actuaciones
propias, o al menos, crear una Cámara del Calzado para lanzar propuestas
revitalizadoras para nuestro zapato (como lo ha hecho la vecina Villena
recientemente, incluyendo también la marca “Zapatos de Villena” y el resto de
las ciudades zapateras de España).
· Crear
en Elda un bulevar o una avenida con el nombre de “Las Mejores Calzadas de
España” y en ella colocar las placas que acreditan tales nombramientos,
para sacar el mayor potencial a las ya 20 mujeres que fueron nombradas
embajadoras del calzado español, cuestión esta que potenciará una estimable
corriente turística.
·
Volver
a poner en marcha el Concurso literario sobre calzado femenino Luis
García Berlanga, una creación que fue pionera y de ámbito internacional,
alumbrada con el único fin de prestigiar nuestro zapato de tacón y de alta gama
e incentivar su difusión mundial.
·
Dar a Elda un mayor realce con el zapato femenino de alta calidad. Como propuesta lancé varias ideas:
Renombrar algunas calles con nombres asociados al calzado para mujer, instalar
mobiliario urbano fijo y relacionado con el calzado femenino y otras ideas que siquiera
se han tenido en cuenta.
Este no es el camino
El rechazo del Patronato del Museo
del Calzado de una colección de calzado histórico y otra de bolsos antiguos ofrecidas ambas a coste cero, es
decir, de forma altruista y gratuita, es un error de libro que será un
ejemplo permanente de cómo se pierde un patrimonio en una institución que es
del pueblo. Un error, en parte ya irrecuperable, que pesará sobre el prestigio
de la institución; el acta pública de aquella reunión será un documento que
permanecerá como ejemplo de lo que muchos consideramos una grave afrenta a la
cultura y un flaco servicio a la ciudad y al enriquecimiento de nuestros
fondos museísticos.
La disparatada idea de unir todos los
muesos de la ciudad y otras exposiciones: Arqueológico, Etnológico, Fallero, Moros y Cristianos,
Santos Patronos etc. en un solo edificio y llamarle al conjunto “Museo de la
Ciudad” es algo casi berlanguiano, sino fuese por el aprecio y cariño que
profesé a mi buen amigo Luís García Berlanga que indudablemente ,de vivir hoy,
habría sido motivo de su proverbial sabiduría crítica. Esto no solo atenta a los fines de nuestra
institución zapatera y su desarrollo, sino que puede ser calificado de
esperpéntico. Una forma de desviar la atención y las miradas hacia Elda
desvirtuando lo que nos hace únicos en el mundo y objeto de admiración, no solo
por tener un gran museo sino porque en él se conserva el crisol artístico de
los trabajadores de la industria de nuestra ciudad especialmente.
La cultura del zapato y de la marroquinería también es
cultura
Y además es la que nos da de comer de
forma directa, ¿Cómo se potencia esa cultura? Es obvio volver machaconamente a reivindicarlo:
·
Una
de ellas es por medio de la constante publicación de libros, artículos o
escritos que “veneren” el calzado de mujer de gama alta, otras publicaciones
son siempre bienvenidas, pero las relacionadas con el calzado son fundamentales
para crear imagen, mantenerla y consolidarla.
·
Debemos
continuar con la realización de obras de arte relacionadas con el calzado y sus
oficios, como hicimos en otros tiempos: El Monumento al Zapatero de Silla y Aprendiz;
El Monumento a la Aparadora; El Monumento a la Familia Zapatera,
son buenos ejemplos, sin olvidar el que se destruyó y jamás se repuso en la
Plaza de Sagasta, El Monumento a la Industria del Calzado Eldense.
·
Organizar
concursos, exposiciones y redacciones, como ha hecho y hace nuestro museo, para
concienciar a los más pequeños en esta industria que hoy es nuestro principal
recurso económico y posible creador de empleo.
·
Programar
simposios, conferencias o mesas redondas con el fin de potenciar nuestro zapato
y, por supuesto, alejarlo de planteamientos políticos que puedan minimizar la
participación y presencia de todos los eldenses.
Acabamos de leer las últimas
novedades en materia de promoción turística que publica tanto el Eximo.
Ayuntamiento como Valle de Elda con video incluido: mochilas, jarras y
medallas con la imagen caricaturizada de nuestro Conde más laureado, corbatas
con zapatos, pines etc. Eso podrá estar bien, pero ¿de verdad alguien cree
que es un incentivo turístico para que sea visitada la ciudad?
Elda es de todos
Y solamente con la noble contribución
de todas aquellas personas que deseen trabajar por el bien común de nuestra
ciudad, será posible plasmar ideas serias y pragmáticas. El uso exclusivo de
las ideas de unos pocos o, en el peor de los casos, auspiciadas por afinidades ideológicas,
sin siquiera valorar las de aquellos que no ejercen políticamente y lo hacen
buscando el mejor futuro de Elda, nos llevará a un estrecho callejón sin salida
que el tiempo y la historia no perdonará, como no perdona actuaciones inútiles
que se adoptaron en otros momentos de nuestra historia, desoyendo las alarmas
que saltaban como indicadores de que el camino no era el adecuado.
Cualquier persona que lea estos
planteamientos podrá sin duda modificarlos o rechazarlos en parte, pero no desoírlos
de forma genérica para imponer otros que vayan en direcciones opuestas, lo que
nos llevaría a un posible descalabro para Elda y su industria que, dadas las
circunstancias actuales, no nos podemos permitir.
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