La marca "Noguerón”, fue una de las que alcanzó
más prestigio en la década de los años 60 y 70 del siglo XX.
Esta industria la iniciaron
los hermanos Santos Noguerón: Roberto, Manolo,
Liberto y también Octavio;
en la calle Quijote, frente a la Iglesia de la Inmaculada de Elda, lo que sería
su primera fábrica para la marca llamada “Pitusín”, solo zapato de niño en la primera calzadura con el nombre
de “Hijos de Manuel Santos”, Octavio, se separó de la empresa y seguió con el
zapato de primera calzadura, pero cambiaría la marca a “Octavín”. En el año 1959, la fábrica estaba confeccionando un
cuidado zapato de señora, tras pasar por los de series y en la 1ª Feria
Nacional del Calzado, consiguió el Primer Premio, consistente en una placa y medalla de oro, otorgado al zapato más
perfecto presentando al Certamen que se convocó con motivo de esa Primera
Feria.
En los primeros años de la
década de los 60, la fábrica estaba ocupando dos locales en las llamadas “casas
de Pertejo”, un complejo construido en la zona de la Fraternidad (la parte
derecha subiendo y al final de la Gran Avenida).
En el año 1966 se construyó
un nuevo edificio en la calle Capitán Cortés, esquina con calle Murillo.
Esta Empresa fabricó un modelo
de zapato de novia, en tafilete blanco, con dos aros en la pala y ramas de
azahar; que la embajada de Bélgica en España encargó para la boda de la Reina Fabiola. Aquel modelo se
llamaría “Fabiola” y todas
las novias del momento querían uno igual para el día de su boda.
La firma Noguerón que llegó a
tener más de 100 trabajadores, vendiendo zapatos a Suecia y más tarde al mercado
Estadounidense además del mercado español..
Una fábrica y una marca "Voluntad" que no debe
caer en el olvido, se trata de una fábrica que existió antes de la Guerra Civil
y que estaba instalada en la calle Zorrilla, a la altura del número 15. Fabricó
un esmerado zapato de lujo para mujer y se convirtió en una cooperativa, con el
nombre de "Cooperativa de Fabricación - Voluntad", como un claro
mensaje de la fuerza de la voluntad que un grupo de trabajadores eldenses
hicieron levantar esta industria para ofrecer los mejores calzados de mujer y
con ello contribuyeron a fijar esas cualidades de calidad y diseño en nuestra
industria zapatera. José Leal Rico estuvo al frete de esa empresa que
desapareció tras la contienda civil.
La empresa de José
Amarillo se fundó en la década de los años 50, para fabricar un cuidado
zapato femenino, la marca de fábrica era
"Ollirama", es decir, amarillo al revés. Fue una industria que participó en los
primeros años de la implosión de las ferias del calzado en Elda. La marca se
representaba circunscrita en un escudo con fondo rojo y encabezado por la
palabra "Calzados" con el nombre de marca en el centro.
* Sigue este blog para conocer más sobre el calzado y su cultura.
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