domingo, 2 de marzo de 2025

Un Museo para soñar. La cartelería de FICIA

 


  

          Algunas veces el visitante del Museo del Calzado de Elda, al acceder a las plantas del edificio, se pregunta por las diferentes cartelerías que, en tiempos de La FICIA, anunciaban cada una de las muchas formas en que se realizaban exposiciones cada año.

 Hay que recordar que las primeras manifestaciones feriales, desde el II Certamen, ofrecían una singular cartelería que era el resultado de un llamamiento público para que los artistas de esta especial forma de trabajo, pudiesen presentar sus propuestas.

 Los carteles debían contener, además de las fechas previstas para el evento, aspectos relacionados con lo que se pretendía atraer la atención: zapatos, o cualquier otro reclamo relacionado.

 El Torito de la FICIA


A partir de la segunda Feria Nacional, en 1961, se realizó un concurso de cartelería que al menos se mantuvo durante la siguiente década.

 Así nación el singular y famoso “Torito de la FICIA” con el Cuarto Certamen y Primero Internacional en 1963.

 El premio de cartelería tenía ámbito nacional, pero se contempló la posibilidad de convocar un previo “Concurso Comarcal”, dirigido a los artistas que tuviesen la residencia en Elda, Elche, Petrer, Monovar, Villena y Novelda, con un premio de 500 pesetas al ganador que podría concurrir, junto con los seleccionados, al premio nacional.

 El 2 de marzo de 1963, el jurado que presidia el alcalde de Elda, Antonio Porta, y con la colaboración de artistas de la época: Xavier Soler; Manuel Baeza; Joaquín Carbonell, Luís Vidal; Oscar Porta e Isidro Vidal, descubrieron el “Torito de la FICIA”.

Hay que destacar que el autor y ganador del primer y segundo premio fue Garbayo de Madrid que, dicho sea de paso, tenía ascendencia en el vecino pueblo de Petrer.

Aquellos fallos se realizaban en el Casino Eldense previos a una exposición de los trabajos presentados.

Tras el “nacimiento” del Torito de la FICIA, algunas de las cartelerías de los años posteriores, de una forma o de otra, incluían el torito en los carteles seleccionados.

Un Museo para soñar

 


                         Nuevo diseño de la entrada y acceso al Museo del Calzado

                                       

Un Museo para soñar, esa sería una de las primeras ideas que surgen cuando se traspasa las puertas del Museo del Calzado de Elda.

La Cultura del Zapato

Esa quizás es la respuesta más recurrente de quienes se adentran en las salas del Museo del Calzado de Elda.

Las zonas expositivas de cada una de las cuatro salas en las que se ha tratado de recrear la casi total información de la industria zapatera universal, en el Museo del Calzado de la ciudad de Elda, tiene una especial singularidad.

                                             

Hablar de una cultura del zapato y su entorno es casi como hablar de la historia universal de la tierra y del ser humano.

Tratar de encajar la maquinaria con los que se ha producido el zapato, los utensilios y la evolución de calzado en todas las épocas de las culturas de las diferentes civilizaciones y culturas que poblaron la tierra, excede probablemente de lo que se podría entender como un museo minimalista.

Lo que conocemos por "La Cultura del Calzado", en el Museo del Calzado de Elda, se entremezcla con el legado de la industria española y, de forma más particular, de la industria comarcal.

No hay objetos iguales, ni zapatos, ni siquiera maquinaria del pasado, en este museo de la ciudad de Elda, todo tiene su porqué, en muchos casos nacidos de unos esfuerzos envueltos en auténticos sacrificios materiales para denotar un pasado que pretende ser reflejo de un presente.

Un ordenamiento meditado

El Museo para soñar, como indica el título de este escrito, es ni más ni menos que la invitación que se traslada al visitante para que, ante la contemplación de las secciones que lo integran se adentre en el mundo de los sueños, en los aspectos que no se ven, pero se perciben, y que son ejemplos que invitan también a la reflexión.

La sala de la maquinaria, muestra conjuntos que máquinas y artilugios con los que se inició la industrialización de la confección del zapato en serie, pero con detalles y anécdotas únicas y aleccionadoras.
                                      

La sala de las colecciones de zapatos, es la más universal del museo y no solo se aprecia la evolución, también la historia, el diseño y mucho más.

La sala de los premios, nos muestran los zapatos ganadores y finalistas de casi todos los concursos internacionales que se realizaron en España y de los que se obtuvieron interesantes ideas de futuro, tolo ello junto a trabajos de artesano insignes.

La sala biblioteca, es el sancta sanctorum del Museo del Calzado, lo más sensible y los más entrañable del sector zapatero, el producto de la inteligencia al servicio del calzado y del diseño, entre otras.


Un paseo por el Museo del Calzado

Con este escrito vamos a abrir las puestas del lector a uno de los museos de calzado más activos e importantes de Europa. 

Trataremos de ir desmenuzando aquellas anécdotas que encierran muchos de los objetos custodiados en las salas e iremos también desgranado particularidades de un museo que, estamos seguros, atraerá la atención del lector y quizá también se una a ese grupo de personas que ven en el Museo del Calzado de Elda un museo para soñar.