Logotipo de la marca de sus fabricados
José
Tobar era un industrial de alpargatas en Elche,. Sus inquietudes y la
posibilidad de diversificar su industria, le llevaron a construir una de las
fábricas más importantes de la Villa de Elda a finales del siglo XIX. La
fábrica estaba situada en unos solares en los que Tobar edificó su vivienda,
nave y otras viviendas y naves colindantes, que con el tiempo se denominaron "Las casas de Tobar". Su
situación exacta era la esquina de la actual calle Pedrito Rico con la de
Antonino Vera, si bien todas las edificaciones que continuaban hacia abajo en
la calle Pedrito Rico, fueron construidas por el prestigioso industrial. Tobar,
que empezó fabricando señora y algo de chicarro, acabó fabricando
exclusivamente calzado de señora, en unas naves de casi 1000 m2 en
las que daba empleo a más de 150 trabajadores.
La marca de la empresa era un
león rampante que apoyaba sus patas delanteras en una bota de mujer.
Esta fábrica se dotó, desde
el primer momento, de las máquinas más avanzadas que había en aquellos años de
final de siglo. Era un personaje muy emprendedor y dinámico con gran capacidad
de decisión, asumiendo riesgos en favor de su empresa y por la creación de
empleo.
Blas Amat. Fábrica de
Calzados de todos los tipos
Otro
destacado industrial de final del siglo XIX y principios del XX fue Blas Amat que levantó su fábrica de calzados en el año
1897, de forma artesanal y en su domicilio particular, fabricando calzado para
niño; la demanda de calzados de casi todas las zonas de España, aconsejaron el
traslado a un local situado en la antigua calle llamada Del Vall; dos años
después el trabajo seguía llegando y Blas Amat decidió construir una moderna
nave industrial, en la zona de expansión de la ciudad y donde ya existían otras
similares, en la calle Jardines. Para entonces la fábrica ya realizaba zapatos
para mujer, caballero, además de chicarro.
La nueva nave industrial tenía una superficie
de 1.072 m2, con una parte delantera destinada a oficinas y la
vivienda del propietario y su familia, todo ello rodeado de un su
correspondiente jardín.
En esta empresa llegaron a
trabajar 150 personas para fabricar 300 pares diarios de calzados mixtos, es
decir, zapatos para señora, chicarro y algo de caballero. Se trabajaba con tres
viajantes a toda la península, a Canarias y al Norte de África.
Al fallecimiento del
fundador, se hizo cargo su viuda y la empresa pasó a llamarse Viuda de Blas Amat, como marca de
fábrica.
De esta empresa ejemplar, en
su tiempo, contribuyó notablemente a fijar un tipo de calidad alta en sus
fabricados, según las crónicas de la época y reproducida textualmente por
"Liberal de Elda", dice así: "La fábrica fundada por Blas Amat,
honra a la ciudad de Elda, pudiéndose decir que contribuyó en gran manera al
justo crédito del que goza nuestro pueblo".
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